Tribunal Alemán sienta precedente contra manipulación en streaming

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Un tribunal alemán ha emitido una orden judicial que podría marcar un antes y un después en la lucha contra la manipulación de streams en plataformas como Spotify, SoundCloud y YouTube. Esta sentencia prohíbe a Pimpyourfollower, un servicio que vende reproducciones, vistas, «likes» y seguidores artificiales, seguir operando. Además, el fallo establece que el servicio es responsable de daños y perjuicios, lo cual es un precedente a nivel mundial. Este enfoque más severo puede disuadir a otras plataformas similares, abriendo la puerta a futuras acciones legales por parte de la industria discográfica.

El CEO del grupo comercial de la industria discográfica alemana BVMI, Florian Drücke, ha subrayado los efectos nocivos de la manipulación de streams, indicando que distorsiona la competencia y perjudica tanto a los artistas como a quienes invierten en ellos. Según Drücke, estas prácticas también afectan la fiabilidad de las listas de éxitos musicales, minando la credibilidad del mercado digital. Este tipo de fraude no solo desfigura la percepción pública de la popularidad de las canciones, sino que también altera injustamente la distribución de regalías, perjudicando a aquellos que dependen del streaming como fuente legítima de ingresos.

La complejidad del fraude en el streaming

El fraude en la industria del streaming es un problema multifacético y complicado, con distintas partes implicadas. En muchos casos, los servicios fraudulentos aumentan artificialmente las reproducciones de pistas musicales para hacer que los artistas parezcan más populares de lo que realmente son, lo que les permite reclamar una mayor proporción de las regalías. A veces, este engaño se lleva a cabo con fines económicos, y otras veces, simplemente para inflar la reputación de los artistas.

La manipulación de streams puede ser difícil de detectar, ya que los servicios dedicados a estas prácticas, como Pimpyourfollower, operan de manera abierta y ofrecen sus productos a través de varios sitios web bajo distintos nombres. Pimpyourfollower, por ejemplo, ha redirigido su dominio a otro servicio llamado RatingHero24, que continúa ofreciendo estos servicios bajo el lema de ser «la herramienta secreta del influencer».

La respuesta de la industria musical a estas prácticas ha sido contundente. Las discográficas han tomado acciones legales en varios países, especialmente en Alemania y Brasil, donde las cortes han sido prolíficas en emitir órdenes judiciales contra estos servicios. Desde 2020, el BVMI ha conseguido el cierre de seis servicios de manipulación de streams, y el año pasado logró que la página SP-Onlinepromotion.com cesara sus operaciones con una simple carta de advertencia.

Estas acciones legales son solo una parte de una estrategia más amplia para combatir el fraude en el streaming. BVMI ha colaborado con instituciones académicas, como la Universidad de Economía y Negocios de Viena, para desarrollar tecnologías de detección de anomalías en el streaming. Esto complementa los esfuerzos ya existentes, que incluyen la colaboración con la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI). Victoria Oakley, CEO de IFPI, enfatizó que no hay lugar para la manipulación de streams en la industria musical, calificándola como una práctica fraudulenta que desvía ingresos de los creadores y distorsiona la experiencia de los fanáticos.

El reciente fallo del tribunal alemán establece un importante precedente, no solo en la prohibición de los servicios de manipulación, sino también en la responsabilización de los mismos por daños y perjuicios. Esta nueva etapa en la batalla contra la manipulación de streams podría servir como un fuerte disuasivo, no solo para otros servicios que operan de manera similar, sino también para los intermediarios como plataformas de comercio electrónico y proveedores de pago, quienes también pueden verse involucrados.

La esperanza es que este nuevo éxito en Alemania envíe un mensaje claro a aquellos que continúan ofreciendo estos servicios perjudiciales. Así, la industria musical podría seguir avanzando hacia un ecosistema digital más justo y transparente, donde los artistas sean recompensados por su verdadero talento y esfuerzo.