La música en vivo es el motor cultural y económico n.º 1 del mundo, según Live Nation
La música en vivo se ha consolidado como la principal forma de entretenimiento a nivel mundial, superando al deporte, al cine y a cualquier otra actividad cultural. Así lo confirma el nuevo informe global de Live Nation, titulado “Living for Live | Global Report on the State of Fandom”, basado en las respuestas de 40.000 personas en 15 mercados internacionales.
El estudio concluye que no se trata de una moda pasajera, sino de un reajuste cultural profundo que está transformando la manera en que las personas conectan, construyen identidad y deciden en qué invertir su dinero y su tiempo.
Live Nation define la música en vivo como “el escenario principal de la cultura global”. Según los datos del estudio, los conciertos son ahora auténticos hitos de vida, experiencias memorables que los fans preparan y viven con una intensidad creciente.
El informe señala que, si los consumidores solo pudieran elegir un tipo de entretenimiento para el resto de su vida, el 39% escogería la música en vivo, muy por encima del cine (17%) y los eventos deportivos profesionales (14%). Incluso, 70% de los fans preferiría asistir a un concierto de su artista favorito antes que tener relaciones sexuales.
Un sector que acelera: cifras récord de asistencia y ventas en 2025
El crecimiento del sector continúa en plena expansión. Solo en 2025, más de 130 millones de fans ya han adquirido entradas. La asistencia a estadios se ha triplicado interanualmente y los festivales se agotan más rápido que nunca, reforzando el dominio de la música en vivo en el entretenimiento global.
El impacto económico global: cuando los fans viajan, las economías se mueven
La música en vivo mueve miles de millones. Seis de cada diez fans viajan al menos una vez al año para asistir a un concierto, generando un importante efecto arrastre en vuelos, hoteles, restaurantes y comercios.
El informe cita ejemplos del impacto económico masivo:
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La reunión de Oasis generó £1.000 millones en Reino Unido e Irlanda.
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La residencia de Bad Bunny en Puerto Rico movió $200 millones.
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La gira Renaissance de Beyoncé generó $4.500 millones solo en EE. UU.
A nivel global, los fans recorrieron 40.000 millones de millas en 2024. La asistencia creció más del 30% en Europa, Asia y Latinoamérica, y el 84% cree que la música en vivo une más allá de las fronteras.
Conciertos como hitos vitales: identidad, emoción y pertenencia
Para los fans, los conciertos han dejado de ser simples eventos de ocio. Son momentos que marcan la vida: el 70% planifica su viaje con anticipación y la mitad prepara su atuendo semanas antes.
Los datos más destacados:
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El 77% siente que formar parte de la multitud lo conecta con algo mayor.
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El 79% considera que la ropa que lleva es parte de su expresión identitaria.
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El 93% prioriza experiencias reales frente a las digitales.
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El 80% prefiere gastar en experiencias que en bienes materiales.
El liderazgo femenino transforma la industria de la música en vivo
El estudio indica que las artistas femeninas están redefiniendo la música en vivo. El 76% de los fans globales busca asistir a shows liderados por mujeres.
Entre los hitos destacados:
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Beyoncé domina la historia del country con el Cowboy Carter World Tour.
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Karol G marca récord histórico de venta de entradas en España.
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Olivia Rodrigo logra la mayor multitud en la historia de Lollapalooza.
Conciertos como plataforma de medios: la nueva potencia del “feed” social
La música en vivo es ahora el canal de medios de mayor crecimiento: el 94% de los fans publica contenido relacionado con conciertos. Para la Generación Z, la mitad reconoce que publicar forma parte esencial de la experiencia.
Las marcas encuentran aquí un territorio único:
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El 97% de los fans desea mayor participación de marcas.
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El 80% termina gustando más de la marca tras verla integrada en un show.
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El 75% aumenta la consideración.
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El 70% incrementa la intención de compra.
Live Nation afirma que la música en vivo se ha convertido en el “sistema operativo de la cultura”, un punto de encuentro donde identidad, comercio, creatividad y tecnología convergen. El mensaje final del informe es contundente: “La próxima década de la cultura se construirá en vivo”.
