La música ya no se descubre igual: Bain & Company alerta de un ecosistema fragmentado dominado por algoritmos

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La forma en la que el público descubre música ha cambiado de manera irreversible. Según el nuevo informe de Bain & Company, el sector musical ha dejado atrás el modelo tradicional de promoción masiva para entrar en un ecosistema fragmentado, dominado por algoritmos, playlists personalizadas y redes sociales. El mensaje es claro: sin estrategia de datos avanzada, no hay crecimiento sostenible.

Fin de la monocultura musical

El estudio, titulado “Music Discovery: More Channels, More Problems”, confirma que la era de la monocultura —cuando la radio o MTV decidían los éxitos— ha terminado. En su lugar, surge un modelo “muchos a muchos”, donde ningún canal domina completamente el descubrimiento musical.

Según Bain, 18 fuentes distintas aparecen entre las tres principales vías de descubrimiento para al menos el 5% de los consumidores estadounidenses. Esto obliga a sellos, artistas y managers a repensar sus estrategias de marketing y distribución.

Playlists y TikTok lideran el descubrimiento

A pesar de la fragmentación, el informe identifica algunos pilares clave:

  • Playlists personalizadas de plataformas de streaming (Spotify, Apple Music, etc.) son hoy la principal fuente de descubrimiento musical.

  • TikTok se consolida como la red social más influyente para descubrir canciones nuevas.

  • La radio sigue siendo relevante, tanto terrestre como satelital, aunque ya no monopoliza la atención.

  • El boca a boca (amigos, comunidades online y recomendaciones directas) mantiene un peso significativo.

El informe advierte contra una visión reduccionista: abandonar los canales tradicionales puede ser tan perjudicial como ignorar las plataformas digitales emergentes.

La brecha generacional: jóvenes vs. adultos

Uno de los puntos más relevantes del estudio es la diferencia generacional. Para el público de 18 a 24 años, las redes sociales son el principal motor de descubrimiento musical.

Esta generación utiliza la música como una extensión de su identidad digital, integrándola en videos cortos, memes y contenidos compartibles, lo que refuerza el papel central de plataformas como TikTok e Instagram Reels.

La música necesita su propio “Moneyball”

Bain & Company propone que la industria adopte una mentalidad similar a la del béisbol moderno: menos intuición, más datos. Los autores del informe —Matt Keith, Nicole Magoon y Quynh Onel— recomiendan aplicar una estrategia tipo Moneyball al marketing musical.

  • Optimización algorítmica. Adaptar lanzamientos y contenidos a las métricas que priorizan los algoritmos: tasa de repetición, velocidad de engagement, retención y skip rate.

  • Contenido ancilar. Acompañar la música con videos, letras, piezas sociales y formatos narrativos que refuercen la conexión con comunidades específicas.

  • Test & Learn constante. Implementar pruebas A/B de forma continua para adaptarse a la rápida evolución de plataformas, formatos y comportamientos de los usuarios.

Catálogo y novedades: misma lógica, distinta ejecución

El informe desmonta una creencia habitual en la industria: los fans y los no fans descubren música de manera muy similar. Esto implica que tanto el catálogo histórico como los lanzamientos nuevos deben trabajarse con el mismo rigor estratégico.

Para Bain, el éxito futuro dependerá de tratar cada canción —nueva o antigua— como un activo que debe competir en igualdad de condiciones dentro de un ecosistema algorítmico.

El descubrimiento musical ya no es lineal ni predecible. En un entorno donde las playlists, los algoritmos y las redes sociales compiten por la atención, la sofisticación analítica se convierte en una ventaja competitiva esencial.

La industria musical se enfrenta a una disyuntiva clara: evolucionar hacia un marketing basado en datos o quedar atrapada en modelos del pasado.