El consumo de streaming en Estados Unidos aumenta un 92% en 2015
Nielsen ha publicado su informe anual de consumo de música en Estados Unidos, el cual nos deja datos muy interesantes en sus diferentes áreas.
Empecemos analizando el consumo digital. Éste sólo aumentó un 26% debido a que el formato de descarga cayó un 12,5% en cuanto a pistas y de un 2,9% en álbumes. Mientras, el streaming sigue creciendo a ritmo vertiginoso, en 2015 el consumo en Estados Unidos aumentó un 92,8% sumando el consumo realizado por contenidos de vídeos como de música. El aumento de audio fue ligeramente menor con un 83,1% mientras que el de vídeo tuvo un mayor aumento al ser del 101,9%.
En este sentido, resulta muy interesante ver la estadística que aporta Nielsen sobre los usuarios que no se suscriben al streaming y cuales son los motivos de ello. Un 46% considera que estos servicios son demasiado caros, un 42% considera que puede escuchar música gratis en streaming mientras que un 38% no usa de ninguna forma los servicios de streaming.
Preguntados por su intención de suscribirse en los próximos 6 meses, sólo un 9% dijo que sería probable que se pasará a una suscripción mientras que el 78% afirmó que sería muy improbable que lo hiciera.
Dejando ahora de lado el streaming, hay un par de áreas interesantes que abordar del informe. En primer lugar los datos sobre el formato álbum, éstos cayeron un 9,2% para los álbumes actuales mientras que para los de catálogo cayeron un 2,9% (Aquellos que tienen más de 18 de meses). Precisamente estas caídas han llevado a una situación muy relevante y es que los álbumes de catálogo han tenido más consumo que los actuales. La caída podría haber sido mucho mayor si no hubiera sido porque el formato de vinilo sigue en ascenso y aumentaron un 29,8%.
En segundo lugar, el consumo de eventos en directo en Estados Unidos. En 2015 la mitad de la población norteamericana asistió a eventos de música en directo, lo que supuso un aumentó del 7%. De la totalidad de la gente que asistió a eventos en vivo, el 59% fue de millenials mientras que el 56% eran hispanos, poniendo una vez más de relieve la importancia de la comunidad hispanoparlante en el consumo de música en Estados Unidos.
