YouTube: No podemos publicar lo que pagamos a los artistas

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La semana pasada el manager de Metallica, Peter Mensch declaró en un documental de la BBC 4 que «YouTube es el demonio. Si nadie hace nada pronto acerca de YouTube, estamos destruidos. Se acabó. Apaguen la luz«.

2016-04-26 (1)

Ahora, en la segunda parte de dicho documental, el CBO de YouTube, Robert Kyncl ha respondido a estos comentarios, expresando su preocupación por los «intermediarios» del negocio (sellos, editoriales y sociedades de gestión de derechos), rebanando grandes tajadas de dinero que, en el caso de Youtubers como Lindsey Stirling, van directamente a la cuenta del artista. La parte más controversial de su participación ha sido: «Es muy difícil cuando no hay transparencia hacia el artista…Puedo decir que estaríamos muy contentos de compartir esa información, si pudiéramos hacerlo».

Otras plataformas de streaming como Spotify, han recibido el mismo tipo de presión para compartir esta información, por lo que en 2013 decidieron lanzar Spotify For Artists, una parte de su sitio web en el que revelan que por cada reproducción en su plataforma se paga un aproximado de $0.007 a los titulares de los derechos, y han podido hacerlo sin contravenir sus acuerdos de confidencialidad con las discográficas. ¿Por qué no ha de hacer YouTube lo mismo?

Al ser confrontado sobre los comentarios de Mensch, el ejecutivo de YouTube hace mención de Stirling, quien según reportes recibió ganancias de hasta $6 millones de su canal el año pasado. «El argumento opuesto es que se debería mirar a alguien como Lindsey… Ella probablemente hace más dinero que la mayoría de estos otros artistas combinados, solo a través de YouTube«, indica Kyncl. «Realmente depende de que tanto éxito tienes en términos de traer visitas a tu canal, que es de donde fluye el dinero desde nosotros hacia el artista«.

«Lindsey está registrada directamente en YouTube, ella puede ver exactamente todo el consumo que genera su contenido, cuando dinero está generando. Es todo muy claro. En otros casos, puede no se así…».

Con respecto a la capacidad de atraer visitas, Kyncl tiene un argumento válido: en el ejemplo de Metallica, la banda tiene solo 1.4 millones de suscriptores en comparación a los casi 8 millones que tiene Lindsey Stirling. Sin embargo, su argumento de que los artistas están en la oscuridad en relación a lo que las discográficas retienen, no aplica en el caso de la banda de rock, puesto que ellos están directamente registrados con Spotify y iTunes.

«Metallica es dueña de su catálogo, así que nos llegan los cheques directamente, nos pagan como si fuésemos una discográfica, es bastante saludable. Lo que no entendemos es por qué una discográfica recibe un pago más alto. Si todo el negocio de la música se vuelca hacia el streaming, y pareciera que hacia allá vamos, entonces nos empezamos a cuestionar exactamente qué es lo que una discográfica puede hacer que yo no pueda hacer por mí mismo«, indicó Mensch.