Bélgica busca implementar principio de «remuneración equitativa» al streaming

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El debate sobre la implementación de un nuevo derecho de remuneración equitativa para los músicos en Bélgica ha generado divisiones dentro de la industria.

Este nuevo derecho, propuesto como parte de la transposición de la Directiva Europea de Derechos de Autor de 2019, busca otorgar a los intérpretes una compensación directa por el uso de su música en plataformas de streaming, una medida que podría cambiar la forma en que se distribuyen los ingresos en el ecosistema musical actual.

Sin embargo, el plan ha enfrentado una fuerte oposición de discográficas y plataformas de streaming, lo que ha llevado el asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

La clave del debate radica en extender el principio de «remuneración equitativa», que ya se aplica a los ingresos por radio y actuaciones públicas, al streaming. Actualmente, los artistas reciben regalías de plataformas de streaming a través de sus discográficas o distribuidores, dependiendo de los términos de sus contratos.

Sin embargo los músicos de sesión que han participado en las grabaciones, no reciben compensación alguna por las reproducciones en streaming, lo que deja a un grupo significativo de artistas sin participar en los beneficios económicos generados por sus obras.

La remuneración equitativa, de implementarse, cambiaría esta dinámica al garantizar una fuente directa de ingresos para todos los intérpretes, incluidos aquellos bajo contratos antiguos que ofrecen regalías más bajas o incluso nulas debido a adelantos impagados.

Organizaciones como AEPO-ARTIS, que representa a las sociedades de gestión de intérpretes, apoyan firmemente el nuevo derecho, argumentando que muchos artistas no han recibido una compensación justa por el auge del streaming. En su opinión, este derecho brindaría una oportunidad crucial para asegurar que los autores e intérpretes puedan beneficiarse de su trabajo de manera más equitativa.

Por otro lado, tanto las grandes como las pequeñas discográficas, agrupadas en asociaciones como IMPALA, se oponen a esta medida, señalando que la introducción de un derecho no transferible en Bélgica va más allá de lo establecido en la normativa de la UE. Helen Smith, Directora Ejecutiva de IMPALA, ha argumentado que el enfoque belga sería perjudicial para el ecosistema musical y ha respaldado la decisión de llevar el caso ante el tribunal europeo.

Las plataformas digitales también se han mostrado reacias a la implementación de la remuneración equitativa, ya que representaría una nueva carga financiera para ellas. Estas plataformas anticipan que, si se ven obligadas a pagar regalías adicionales a los intérpretes, buscarán reducir los pagos a las discográficas y distribuidores para compensar este nuevo costo.

Un precedente interesante ocurrió en Uruguay, donde Spotify amenazó con retirarse del mercado tras la introducción de la remuneración equitativa, aunque finalmente permaneció después de que el gobierno decidiera que la responsabilidad recaería sobre las discográficas y no directamente sobre la plataforma de streaming.

El caso ahora depende del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que deberá responder trece preguntas sobre la compatibilidad del nuevo derecho con la legislación comunitaria. Los defensores del plan belga señalan que la remuneración equitativa ya existe en algunos mercados europeos y que esta podría ser una vía justa para asegurar una distribución más equitativa de los ingresos en el contexto del streaming.

Sin embargo, las implicaciones legales y económicas de esta medida aún deben resolverse, y el veredicto del tribunal será crucial para determinar el futuro de la compensación para los músicos en Bélgica y posiblemente en toda Europa.