Decenas de entradas desaparecen de las cuentas de usuarios de Ticketmaster
En los últimos meses, numerosos clientes de Ticketmaster en Estados Unidos han reportado la desaparición de sus entradas compradas de manera inexplicable, siendo transferidos de sus cuentas sin autorización. Estos incidentes han generado una creciente preocupación entre los usuarios de la plataforma y han suscitado una ola de quejas en redes sociales y medios de comunicación. Un caso destacado es el de Amanda Shaffer, residente de Pensilvania, quien descubrió que sus entradas para el concierto de Pink habían sido transferidas sin su permiso y luego revendidas a través de la plataforma de reventa verificada de Ticketmaster.
Aunque muchos han relacionado estos problemas con el gran hackeo a la plataforma de Ticketmaster en julio de este año, la empresa ha negado rotundamente que este incidente esté relacionado con el robo de contraseñas de sus usuarios. En cambio, Ticketmaster sostiene que las transferencias no autorizadas se deben a que los correos electrónicos de los clientes han sido vulnerados por estafadores. A pesar de ello, la teoría del hackeo sigue siendo discutida por algunos expertos y usuarios, en particular por el grupo de hackers ShinyHunters, que afirmó haber accedido a los datos de 560 millones de clientes de Ticketmaster a principios de 2024. Este hecho ha provocado una demanda colectiva contra la compañía.
Casos como el de Amanda no son los únicos. Los fans de la cantante Taylor Swift también han sido víctimas de este fenómeno. En Connecticut, una fan reportó que sus entradas, valoradas en $3500, fueron robadas de su cuenta, mientras que otra asistente en Indiana vivió una situación similar cuando sus entradas desaparecieron antes de uno de los conciertos de Swift. Aunque ambas lograron recuperar sus entradas después de que los medios intervinieran, en algunos casos, los usuarios reportan que es extremadamente difícil contactar con Ticketmaster y recibir ayuda efectiva.
A pesar de que Ticketmaster asegura que puede rastrear las transferencias no autorizadas y devolver las entradas a sus legítimos propietarios, la creciente desconfianza hacia la empresa y los problemas recurrentes en su servicio de atención al cliente han dejado a muchos usuarios insatisfechos. Estos incidentes subrayan la vulnerabilidad de los sistemas digitales de venta de entradas y la necesidad de mayores medidas de seguridad para proteger a los consumidores frente a estafas y hackeos.