El supergrupo virtual basado en NFT «Kingship» es desmantelado
Hace apenas tres años, Kingship surgía como una apuesta disruptiva dentro de la industria musical. Este “supergrupo virtual”, compuesto por personajes del popular proyecto Bored Ape Yacht Club, fue concebido bajo el sello 10:22PM de Universal Music Group (UMG), prometiendo fusionar la música y el auge de los tokens no fungibles (NFT). Sin embargo, lo que comenzó como una idea revolucionaria hoy parece haber quedado en el olvido.
El ascenso y declive de Kingship es un reflejo del boom y posterior colapso del mercado de los NFT. En su apogeo, estos activos digitales fueron objeto de especulación desenfrenada y valores inflados. Kingship debutó en ese contexto, ofreciendo a sus seguidores acceso exclusivo mediante la compra de tokens. Incluso Spotify probó listas de reproducción habilitadas por los NFT de Kingship en 2023, consolidando la percepción de que esta tecnología podría ser una herramienta clave para la monetización de superfans.
Pero los números no mienten. Según datos recientes, el 95% de las colecciones de NFT han perdido su valor, y las críticas hacia estos proyectos no han cesado. A esto se suman demandas legales contra figuras públicas asociadas al Bored Ape Yacht Club, como Justin Bieber y Madonna. En este escenario, Kingship no logró mantenerse a flote. Sus cuentas en redes sociales y su canal de YouTube han sido eliminados, su servidor de Discord está deshabilitado y su página web ahora redirige a términos legales de UMG, que limitan drásticamente su responsabilidad.
Los términos de uso reflejan una desconexión con los consumidores que adquirieron los tokens de Kingship. Aunque estos prometían beneficios exclusivos, su estatus actual es incierto, dejando a los compradores en una especie de limbo digital. Esto plantea preguntas cruciales sobre la sostenibilidad de los NFT como herramienta de fidelización en la industria musical.
La caída de Kingship también marca el fin de una etapa para 10:22PM, cuyo futuro es incierto tras la salida de su fundadora, Celine Joshua, en 2023. Sin embargo, las lecciones de este caso son claras: la monetización de comunidades de fans debe centrarse en ofrecer valor tangible y accesible. Eliminar la etiqueta de token, reducir precios y cumplir con las promesas hechas a los seguidores podría ser clave para futuros proyectos.
Aunque Kingship ya no exista, su legado radica en los desafíos y oportunidades que deja para la industria. A medida que avanza la tecnología y la relación entre artistas y fans evoluciona, la verdadera innovación estará en construir conexiones auténticas que trasciendan las modas pasajeras.