GEMA demanda a OpenAI por infracción de derechos de autor
La sociedad alemana de gestión de derechos, GEMA, ha intensificado su lucha contra los gigantes de la inteligencia artificial (IA) al presentar una demanda de alto perfil contra OpenAI, creadora de ChatGPT.
Esta acción se produce poco después de que GEMA publicara su «Carta de IA», un conjunto de principios éticos y legales para abordar el uso de la IA generativa, y su modelo de regalías para plataformas tecnológicas. La demanda, interpuesta en el Tribunal Regional de Múnich, busca sentar un precedente en el manejo de derechos de autor en la era de la IA.
GEMA alega que OpenAI utilizó letras de canciones protegidas, incluidas las de sus aproximadamente 95,000 miembros, para entrenar ChatGPT sin obtener autorización previa. Según la organización, el modelo es capaz de reproducir fragmentos de estas letras en las respuestas a los usuarios, lo que constituye una infracción directa de los derechos de autor. Este caso se enmarca en una suno, donde empresas de IA enfrentan desafíos legales por prácticas relacionadas con el uso de contenidos protegidos.
Sin embargo, lo que distingue a GEMA es su papel como pionera en Europa. La entidad no solo subraya la relevancia del caso para la región, sino que también se posiciona como la primera sociedad de gestión colectiva en el mundo en emprender acciones legales contra un proveedor de IA generativa. Además, ha dejado abierta la posibilidad de presentar demandas contra otras empresas del sector en el futuro.
La iniciativa de GEMA no se limita al ámbito judicial. En paralelo, ha organizado una discusión digital, liderada por su CEO Tobias Holzmüller, para abordar el impacto de la IA generativa en los derechos de autor. Este evento, programado para el 19 de noviembre, busca fomentar un debate público sobre el uso responsable de contenidos protegidos en sistemas de IA, en un contexto donde la Ley de IA de la Unión Europea ya está comenzando a aplicarse.
Por su parte, OpenAI ha respondido con cautela, afirmando que revisa las acusaciones y mantiene un diálogo con creadores y organizaciones para abordar sus inquietudes. “Respetamos los derechos de los creadores y creemos que deben beneficiarse de la tecnología de IA”, expresó un portavoz de la compañía.
El desenlace de esta demanda podría sentar precedentes legales y redefinir la relación entre la IA y los derechos de autor, marcando un antes y un después para el desarrollo tecnológico y su regulación en Europa.