Hipgnosis se recupera y vuelve al ruedo de la compra de catálogos

Hipgnosis, conocido en el mundo de las finanzas musicales como un jugador audaz y a veces controversial, ha vuelto a captar la atención de la industria con una ambiciosa operación financiera: una megaemisión de bonos respaldada por Blackstone. Este acuerdo, denominado Lyra 24-2, es uno de los mayores en la historia de la titulización de regalías musicales. Agrupa futuros ingresos de regalías de miles de canciones en valores negociables, conocidos como bonos, que pueden ser comprados por inversores interesados en flujos de ingresos constantes. Esto, además de consolidar la posición de Hipgnosis en el mercado, promete reactivar el sector de derechos musicales.

La operación tiene un valor de $1.47 mil millones, una cifra que se aproxima a los $1.6 mil millones que Blackstone, uno de los fondos de cobertura más grandes del mundo, pagó por Hipgnosis Songs Fund (SONG) a principios de 2024. La cercanía en estas cifras demuestra que Blackstone ha logrado recuperar casi toda su inversión inicial en apenas unos meses, mostrando una rentabilidad atractiva incluso después de considerar la deuda de $700 millones que Hipgnosis tenía al momento de la adquisición.

Uno de los aspectos cruciales de este acuerdo es que si las regalías generadas superan los intereses a pagar de los bonos, Hipgnosis podrá retener la diferencia, generando un flujo de ingresos considerable con riesgos mínimos. Esto convierte a la compañía en un modelo a seguir para otros inversores en esta clase de activos.

Según Ben Katovsky y Dan Pounder, CEO y CFO de Hipgnosis, esta titulización representa un “hito significativo” que fortalece tanto la calidad de su catálogo como su capacidad para explorar nuevas oportunidades de crecimiento. Con esta operación, Hipgnosis planea adquirir más catálogos de canciones y consolidarse como un líder en la inversión de derechos musicales, utilizando su “plataforma tecnológica y de análisis de datos propia” para optimizar las inversiones y atraer a más inversores institucionales.

Este es un punto de inflexión en la historia reciente de Hipgnosis, que en 2023 se encontraba en una situación complicada tras problemas contables que redujeron el valor en libros de su portafolio y desataron conflictos internos. La compra de SONG por Blackstone y la emisión de estos bonos representan una especie de “limpieza de pizarra”, con reglas más estrictas para proteger a los inversores y evitar errores del pasado.

Para asegurar a los inversionistas, KBRA, una agencia de calificación financiera, realizó una exhaustiva evaluación de la emisión y le otorgó una calificación de A-, lo cual indica una solidez y confiabilidad en la operación. Esta calificación es crucial, ya que asegura que los bonos de Hipgnosis califiquen como “grado de inversión”, lo que facilita su adquisición por fondos de pensiones, aseguradoras y otros inversores institucionales que solo compran valores de este nivel.

Otro aspecto destacable es que el acuerdo está estructurado como un “fideicomiso maestro”, permitiendo a Hipgnosis agregar más catálogos y emitir más bonos en el futuro. Con 25 inversores institucionales ya comprometidos, esta operación no solo representa un respaldo al acuerdo en sí, sino también al crecimiento de la clase de activos de regalías musicales.

En 2024, el mercado de bonos de regalías musicales alcanzó los $1.1 mil millones, y con Hipgnosis preparada para expandir su portafolio, se espera que el mercado de derechos musicales experimente un resurgimiento en 2025. Esta exitosa emisión demuestra la visión original de Merck Mercuriadis, quien sostenía que los derechos musicales ofrecen valor a largo plazo para los inversores.