Hombre arrestado en relación con el hackeo de datos de Ticketmaster

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La semana pasada, Alexander ‘Connor’ Moucka, un hombre acusado de liderar el grupo de hackers detrás del masivo hackeo de datos de Ticketmaster, fue arrestado en Canadá. Esta detención se dio tras una solicitud de extradición de Estados Unidos, que busca procesarlo por su presunta implicación en uno de los ciberataques más importantes del año. Moucka compareció ante el tribunal de forma remota desde prisión, iniciando así el proceso legal para su extradición. Durante la audiencia, el acusado mencionó que aún no ha contratado un abogado, pero confirmó que solicitará asistencia legal.

Moucka es señalado como líder de un grupo de hackers responsable de una serie de ataques cibernéticos que afectaron a grandes corporaciones, incluidas Ticketmaster, AT&T y Santander. Estas empresas, que son clientes de Snowflake, una plataforma de almacenamiento de datos en la nube, sufrieron robos masivos de datos personales de sus usuarios. En el caso de Ticketmaster, más de 500 millones de datos de compradores de entradas fueron comprometidos, lo que ha llevado a que varios clientes presenten demandas contra la empresa.

La firma de ciberseguridad Mandiant, parte de Google, fue la encargada de investigar esta serie de ataques. Su análisis concluyó que el grupo de hackers utilizó credenciales de inicio de sesión comprometidas para acceder a la información almacenada en la nube, aunque no encontraron evidencia de que Snowflake en sí haya sido vulnerada. Según el informe, el «actor de amenazas» estaba motivado financieramente, lo que sugiere que el robo de datos probablemente tenía fines lucrativos.

La revista Wired entrevistó a Allison Nixon, de la firma de seguridad Unit 221B, quien explicó que Moucka es conocido en el mundo del cibercrimen bajo los seudónimos Waifu y Judische. Nixon señaló que Unit 221B ha estado siguiendo las actividades de este grupo durante varios años y comentó que “Waifu fue el líder de un grupo responsable de muchas intrusiones importantes en los últimos cinco años”.

El caso de Moucka no solo representa un avance en la lucha contra el cibercrimen, sino también un recordatorio de los riesgos que enfrentan las empresas al almacenar datos en la nube. La colaboración entre organismos internacionales es clave para enfrentar esta amenaza creciente y proteger la seguridad de los datos de millones de usuarios. Mientras tanto, el proceso de extradición de Moucka podría marcar un hito en el procesamiento judicial de crímenes cibernéticos internacionales.