El mercado discográfico español cerró el ejercicio de 2018 con unos ingresos totales de 237,2 millones de euros, un 2,4% más que en 2017
El mercado musical español cerró el ejercicio de 2018 con unos ingresos totales de 237,2 millones de euros, una cifra que supone una mejoría de 2,4 puntos porcentuales respecto a los 231,7 millones contabilizados el año inmediatamente anterior. La escucha digital en streaming (a través de Internet, sin necesidad de descarga) apuntala más que nunca su condición de fórmula predilecta para el consumo musical entre los aficionados españoles.
La balanza entre el mercado físico y el digital se desequilibró en 2014, primer ejercicio en que los ingresos del primero fueron inferiores a los del segundo. La diferencia, cuatro años más tarde, confirma los nuevos hábitos de acceso a la música en el siglo XXI. De los 237 millones recaudados
en 2018, el 71,2% (169 millones) corresponde al área digital, mientras los formatos tradicionales se han de conformar con el 28,8% restante (68,2 millones).
A nivel mundial, el mercado de la música grabada creció un 9,7% logrando unos ingresos totales de 19.100 millones de dólares para el sector. Como en el caso español, cerca de la mitad proviene del streaming (un 47%) gracias a un crecimiento del 32,9% de las suscripciones de pago. A finales de 2018 el número de suscritos a estos servicios ascendía a 255 millones en todo el mundo.
Todos estos datos aparecen en el Global Music Report (Informe de la música en el mundo), el estudio anual que elabora la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas inglesas) en una nueva entrega presentada hoy en Londres y que ya está disponible para consulta en su página web.
En España, en lo que se refiere al mercado digital, las suscripciones premium o de pago han crecido un 37% interanual, impulsados por el constante incremento de nuevos abonados a servicios como Amazon Music Unlimited, Apple Music, Deezer, Spotify, YouTube Music o Tidal, que cuentan ya con más de 2,3 millones de suscriptores en nuestro país y le suponen al sector 115,3 millones, casi la mitad de sus ingresos íntegros. En paralelo, el streaming de audio financiado por publicidad se retrae más de 43 puntos porcentuales (de 29,9 a 17 millones) y el streaming de vídeo, también financiado por publicidad, se estanca a pesar de que sigue creciendo el consumo y las canciones destacadas del año baten records de visualizaciones (se mantienen los mismos ingresos de un año para otro, solo 24 millones). Se espera que la nueva directiva aprobada recientemente en las instituciones europeas consiga corregir este grave desajuste que existe entre el tráfico que genera la música para estas páginas web y los ingresos que llegan a la industria por ese consumo. Las descargas permanentes de canciones o álbumes completos también sufren un severo retroceso del 22,5 % (de 10,2 a 7,9 millones).
Algo parecido sucede en el contexto del mercado físico. Los españoles adquirieron 6,5 millones de discos compactos en todo el año, por un valor de 53,8 millones de euros, una cifra que supone una nueva caída del 20% respecto a los 66,9 millones facturados a lo largo de 2017. A pesar de ello, estas ventas siguen teniendo un significado muy importante para el sector. Mientras, los vinilos siguen disfrutando de una inesperada segunda juventud y dan un salto de casi 19 puntos. Más en concreto, las compras de elepés evolucionaron de 9,9 millones en 2017 a 11,7 millones a lo largo de los doce meses siguientes y ya representan el 17% de las ventas en soporte físico.
En este escenario de transición del consumo de música, donde el soporte físico cede el paso a la escucha online, el crecimiento del 2,4% en las ventas del año resulta prometedor en la medida en que refleja una realidad cada vez más orientada al consumo digital y de pago.
“No hay más secreto que el ingente esfuerzo transformador de la industria y su apuesta todos estos años para poner al alcance del consumidor toda la música, existente y nueva, para disfrutar desde sus dispositivos, con inmediatez y a su elección”, declaró Antonio Guisasola, Presidente de Promusicae. Y continuó, “En medio de un mercado cambiante y en continua evolución, haber dejado atrás las caídas continuadas que tuvimos durante años, para encontrarnos con un crecimiento acumulado del 49% durante estos últimos años, reconforta. Pero no bajamos la guardia, queda camino por recorrer para recibir siempre un retorno adecuado por el uso que se hace de la música y lo más importante, el trabajo diario de asumir nuevos riesgos con artistas que están por descubrir y que nos traerán futuros éxitos que lleguen para satisfacer a los cada vez más numerosos consumidores. Ese es el gran reto en el que ya estamos metidos de lleno para que 2019 sea aún mejor”.