La nueva economía del streaming
Hace cinco años Spotify era un servicio de música en streaming novato, a pocos meses de ser lanzado en los EEUU, y YouTube apenas había comenzado a crear contenido original. Netflix estaba a un año de hacer lo mismo, comenzando con House of Cards. Para las estrellas más rentables del entretenimiento enumeradas por la revista Forbes, los grandes ingresos por streaming eran un sueño distante.
Sin embargo los cambios profundos a veces ocurren repentinamente. El streaming se ha convertido en la plataforma dominante para el consumo de contenido, y está creciendo rápidamente año tras año. YouTube ha dado a luz a una nueva raza de celebridades: Los YouTubers, y Netflix se plantea gastar cientos de millones de dólares anuales en contenido original.
Para los músicos, la tarifa de un poco menos que un centavo por cada reproducción en streaming puede no sonar como mucho, pero la suma de todas esas reproducciones se convierten en algo gigante para los 14 artistas incluídos en esta lista de Forbes, quienes superaron los 1.000 millones de reproducciones el año pasado.
Los beneficios indirectos del streaming pueden ser incluso mejores. Abel Tesfaye, mejor conocido como the Weeknd utilizó su popularidad en streaming (5.5 mil millones de reproducciones en dos años) para negociar un adelanto de $75 millones por su gira. Para él todo forma parte del modelo que ha estado siguiendo a lo largo de su rápido ascenso, uno que aplica a una gran cantidad de negocios: crea un excelente producto, ponlo a la amplia disposición de la audiencia y enciende el switch de la monetización en el momento indicado.
«Yo quería que la gente que no tenía ni idea de quien era yo, escuchara mi proyecto, y eso no se logra pidiendo dinero», indica the Weeknd. Cuando Apple Music fue lanzado, lo hizo de la mano de dos artistas que se mueven entre los géneros de hip-hop, pop y R&B: Drake y the Weeknd. Este último impresionó a la audiencia con su primera presentación en directo de su nuevo single «I can’t feel my face», el cual fue estrenado a través de Apple Music y ha generado más de 1.5 mil millones de reproducciones en todas las plataformas de streaming.
The Weeknd sabe que el streaming no es el futuro de la música, es el presente. A medida que las descargas y las ventas se desploman, el streaming es el formato de consumo dominante y que está a punto de alcanzar una escala global con la introducción de dispositivos como el Amazon Echo. Desde sus presentaciones en Apple, Drake y the Weeknd han alcanzado fortunas de $94 millones y $92 millones respectivamente, y en conjunto han amasado más de 17.5 mil millones de reproducciones en streaming, lo cual permite la creación de otros tipos de monetización, incluyendo ingresos por giras.
«Vivimos en un mundo en el que los artistas realmente no ganan dinero por la música igual que en la época dorada. El dinero realmente no llega hasta que pisas el escenario», dice the Weeknd.
«La razón por la cual los Weeknds y los Drakes del mundo está explotando obedece a una combinación de una audiencia global que está consumiendo su trabajo de forma gratuita, con el hecho de que siempre están sacando nueva música», así lo indica el Jefe de Live Nation, Michael Rapino. «Ellos está desarrollando un diálogo constante y comprometido con sus bases de fans».
El modelo de compartir la música de forma barata o hasta gratis para luego generar ingresos por vía de giras o patrocinios fue llevado a su conclusión lógica por Chance the Rapper, quien logró ingresar $33 millones el año pasado. El rapero de 24 años no ha vendido una sola copia física o firmado un contrato con una discográfica en su vida, simplemente ha compartido su música libremente a través de los servicios de streaming. Chance genera suficientes reproducciones para ganar varios millones de dólares, y también está ingresando grandes sumas por actuaciones en festivales y arenas, así como con acuerdos con Apple y con Kit Kat. Es un modelo que se asemeja al modelo freemium que ha funcionado tan bien para las apps más populares como Tinder o Candy Crush: da tu producto gratis a la mayor cantidad de gente posible y saca dinero de los usuarios realmente devotos.
Es el modelo que ha seguido the Weeknd desde el principio de su carrera. Hijo de inmigrantes etiopíes que buscaron refugio durante la hambruna de los 80s, nació en Toronto y fue criado por su madre y abuela. A los 17 se salió de la escuela y escapó de casa. En el 2010 comenzó a grabar música y compartirla vía YouTube como una serie de mixtapes bajo el nombre de the Weeknd. «No quería ponerle un rostro, quería crear una base de fans que admirasen mi arte».
En la antigua economía de la industria de la música, the Weeknd hubisese tenido que esperar a ser descubierto por una discográfica. En lugar de ello, esa inmensa base de fans y todas esas reproducciones gratuitas le permitieron ponerse en una posición en la que las discográficas se peleaban por él.
Fuente: Forbes