La RIAA insta a Donald Trump a implementar un plan de acción frente a la IA

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Un consorcio de grupos de la industria musical ha solicitado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tome medidas para garantizar la protección de los derechos de autor en el contexto del desarrollo de la inteligencia artificial (IA). En una presentación ante la consulta organizada por la Asociación de la Industria Discográfica de América (RIAA), respaldada por organizaciones de artistas, compositores y editoriales musicales, el sector musical enfatiza la necesidad de un «mercado libre» en la concesión de licencias para entrenar IA.

Los representantes de la industria musical argumentan que permitir a las empresas de IA entrenar sus modelos con contenido protegido sin autorización pone en riesgo la economía creativa. Proponen, en cambio, un modelo donde las compañías de IA obtengan licencias para acceder a bibliotecas de contenido creado por humanos, asegurando que los creadores reciban una compensación justa y que Estados Unidos mantenga su liderazgo en innovación tecnológica.

La postura de la RIAA y sus aliados es clara: las empresas de IA deben contar con permiso antes de utilizar contenido protegido para el entrenamiento de sus modelos. Consideran que el principio de «uso justo» de la ley de derechos de autor estadounidense no debe ser explotado para eludir este requisito. Este enfoque, aseguran, fomentará tanto el desarrollo responsable de la IA como la protección de los creadores.

En su presentación, la industria musical busca conectar con la retórica de la administración Trump, destacando el liderazgo estadounidense en IA y apelando a la necesidad de fortalecer la economía nacional frente a la competencia extranjera. Aunque este discurso tiene matices nacionalistas, no recurre al lenguaje excesivamente cargado que otras empresas, como OpenAI, han empleado en sus propios informes. Mientras que OpenAI incluyó referencias reiteradas a «seguridad nacional» y «libertad», el documento de la RIAA se basa en argumentos legales y comerciales.

Uno de los puntos clave de la propuesta es que el progreso de la IA y la protección de los derechos de autor no son objetivos opuestos. La presentación sostiene que se deben implementar incentivos y regulaciones que protejan la propiedad intelectual sin frenar la innovación tecnológica. Además, advierte sobre el peligro que representan actores extranjeros en la violación de derechos de autor, reforzando la idea de que Estados Unidos debe liderar en políticas que eviten el uso indebido de obras protegidas.

Otro aspecto relevante de la presentación es la preocupación por la explotación de voces e imágenes en modelos de IA sin el consentimiento de los artistas. Según los representantes del sector, actualmente existen numerosos modelos de voz e imagen de IA que imitan a celebridades, políticos y figuras públicas sin autorización. En respuesta, instan a Trump a apoyar propuestas legislativas en el Congreso para establecer nuevos derechos sobre réplicas digitales, evitando así el uso indebido de identidades sin consentimiento.

El debate sobre el impacto de la IA en los derechos de autor sigue creciendo, y la postura de la industria musical es un reflejo de la lucha más amplia por definir los límites del uso de contenidos protegidos en la era de la inteligencia artificial. La respuesta de la administración Trump a estas preocupaciones podría marcar un precedente clave en la regulación del sector tecnológico y la protección de la creatividad humana.