Live Nation recibe otra demanda, esta vez por parte de compradores de entradas

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La industria de la música en vivo se encuentra en medio de una batalla legal sin precedentes, con el gobierno de EEUU y ahora una demanda colectiva acusando a Live Nation y Ticketmaster de prácticas anticompetitivas.

La demanda colectiva, presentada en los tribunales de Nueva York, podría representar a millones de compradores de entradas en EEUU y se centra en el impacto del dominio de Live Nation en el sector de la reventa de entradas. Al igual que la demanda del gobierno, alega que Live Nation utiliza su posición dominante para obligar a los recintos a firmar acuerdos de exclusividad y restringir la venta de entradas a través de plataformas rivales.

El dominio de Live Nation en la industria

La demanda describe cómo Live Nation ha construido un «monopolio verticalmente integrado» en la industria de la música en vivo a través de la promoción de giras, la gestión de recintos y la venta de entradas tanto primarias como secundarias. Esta posición dominante, según la demanda, les permite a Live Nation y Ticketmaster establecer precios de entradas no competitivos y cobrar tarifas excesivas.

“Para acceder a la mayoría de las giras de conciertos y eventos significativos en los Estados Unidos, un consumidor debe interactuar, directa o indirectamente, con Live Nation”, afirma la demanda. Eso permite a Live Nation y Ticketmaster establecer precios no competitivos y cobrar tarifas excesivas por la venta de boletos, tanto en las ventas primarias como en los boletos revendidos por revendedores.

La demanda colectiva pone especial énfasis en el impacto del dominio de Live Nation en la reventa de entradas. A diferencia del Reino Unido, donde Ticketmaster ya no participa directamente en la reventa, en EEUU la compañía sigue siendo un actor importante en este mercado. La demanda alega que Live Nation utiliza su control sobre la venta de entradas primarias para limitar la disponibilidad de entradas para revendedores rivales, lo que a su vez hace subir los precios para los consumidores.

Las demandas podrían tener un impacto significativo en la industria de la música en vivo. La demanda del gobierno de EEUU busca la separación de Live Nation y Ticketmaster, mientras que la demanda colectiva exige daños y perjuicios para los consumidores afectados.

Live Nation ha negado las acusaciones de antimonopolio y ha argumentado que los altos precios de las entradas se deben a la demanda del mercado, al aumento de los costos de producción y a la dependencia de los artistas de los ingresos por giras. La compañía también ha defendido sus prácticas de reventa de entradas, afirmando que son competitivas y que benefician a los consumidores.