Los álbumes pre-guardados en Spotify comprometen la privacidad de los usuarios

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Los usuarios que «pre-guardan» un próximo lanzamiento en sus cuentas de Spotify pueden estar compartiendo más datos personales con las discográficas de lo que creen.

Para pre-guardar música, que agrega un nuevo lanzamiento a la biblioteca de un usuario tan pronto como está disponible, los usuarios de Spotify aprueban ciertos permisos que otorgan a la discográfica mucho más acceso a las cuentas de esos usuarios, de lo que el gigante del streaming normalmente les otorga, lo suficiente para rastrear lo que los usuarios escuchan, cambiar los artistas que siguen y, potencialmente, incluso controlar la actividad del usuario en la aplicación de forma remota.

Esto permite a las discográficas acceder a algunos de los datos que las compañías de streaming generalmente guardan para sí mismas. Pero en un momento en que las políticas de gigantes de internet como Google y Facebook han convertido la privacidad online en un tema polémico, el proceso de pre-guardado de música podría comenzar a generar preocupación entre los consumidores, y quizás incluso preocupar a los reguladores.

Las discográficas también piden muchos más permisos de los que necesitan. A los usuarios de Spotify que, por ejemplo, trataron de guardar previamente el sencillo «Bounce Back» de Little Mix de los enlaces compartidos por el mismo artista o su sello, Sony Music, se les pidió que aceptaran que Spotify pudiese permitir que Sony viera los datos de su cuenta de Spotify, que pudiese ver su actividad en Spotify y realizar acciones en Spotify en su nombre. Los permisos exactos que solicita Sony solo son visibles para aquellos que acceden a los submenús correspondientes, por lo que los usuarios pueden no entender completamente todo lo que aceptan, o que los cambios se aplican a su cuenta a menos que lo cambien en el sitio web de Spotify.

«No estoy seguro si la mayoría de la gente se da cuenta de eso«, dice John Tinker, analista de medios de Gabelli & Company. «Nada de lo que están haciendo es ilegal, es solo que nadie se da cuenta, cuando firman estas cosas, de lo que realmente significan«.

El único permiso que se necesitan las discográficas para guardar previamente la música en una cuenta de Spotify es el permiso para «agregar y eliminar elementos en la Biblioteca». Sin embargo, los submenús de la campaña Little Mix de Sony pidieron a los usuarios 16 permisos adicionales, incluyendo el control de Spotify en sus dispositivo. En la campaña por el nuevo sencillo de Chris Brown con Drake «No Guidance», Sony pidió permiso para «cargar imágenes para personalizar tu perfil o la portada de la lista de reproducción y administrar a quién sigues en Spotify.

Spotify, Sony y las otras grandes discográficas declinaron hacer comentarios para esta historia, publicada originalmente por Billboard.