Martín Varsavsky: «De lo que cobra Spotify, el 70% va para las discográficas, que luego le dan mucho menos a sus artistas»

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martin-varsavskyMartín Varsavsky, el empresario e inversor, da un paso al frente en las tensas relaciones entre las compañías de telecomunicaciones y la industria musical, convencido de que en su sinergia está la clave del cambio de ciclo, así lo expuso el fundador de Jazztel.

«El reto es ofrecer servicios mejores que la piratería, por ejemplo ahorrando tiempo y espacio, porque la piratería al final es incómoda», afirmó a la agencia de noticias EFE.

Frente a la opinión de que muchas empresas prestatarias de conexiones a internet han fomentado la debacle de la industria discográfica como beneficiarias colaterales de los piratas culturales, expone «Esa opinión me parece insólita y una crítica limitada», se pregunta «por qué esas voces no se quejan más contra los fabricantes de CD’s, de portátiles o de tabletas», que también son, a su parecer, «cosas indispensables para la piratería».

Según reseña la agencia, Varsavsky se muestra convencido «al cien por cien» de que en el horizonte se vislumbra una nueva etapa de colaboración en la que ambas industrias saldrán beneficiadas, por ejemplo a través de novedades como Gramofon, su último gran proyecto como máximo responsable de Fon, la red de WiFi global.

Recordemos que Gramofon, es un pequeño router inalámbrico que permite conectar cualquier equipo de sonido y reproducir música desde un iPhone o Android. Así le otorga la capacidad a los usuarios a controlar la música que suena. De esta manera defiende que se le devolverá a la música aquella «dimensión social» que tenía en los tiempos del vinilo, los CD y de las reuniones de amigos para escuchar música.

«De ahí se pasó a un mundo en el que, con el iPod y los ‘smartphones’, la música viaja en los bolsillos y de ahí pasa a los cascos. Pero a mí me parece alienante usar unos cascos para escuchar música en casa», fundamenta Varsavsky.

Destaca cómo Gramofon fomenta el consumo legal de música a través de su alianza con Spotify y rechaza la polémica en torno al sistema de regalías del modelo streaming de la compañía.

«De lo que cobra Spotify, el 70 por ciento va para las discográficas, que luego le dan mucho menos a sus artistas», sostiene, antes de señalar la enorme capacidad de crecimiento que tienen aún este tipo de empresas en un planeta en el que «habrá unos 2.000 millones de personas conectadas a internet y con capacidad de escuchar música a través de aparatos digitales».