Reacciones tras el anuncio del nacimiento de la Alianza Anti-Reventa
Tras el anuncio público la semana pasada del nacimiento de la Alianza Anti-Reventa, han sido varias las reacciones que se han sucedido en relación a la situación de la reventa en España.
Por un lado, la APM (Asociación de Promotores Musicales) que ha anunciado a través de su presidente, Pascual Egea, el apoyo a la alianza para combatir la situación de la reventa actual en España, de la cual APM ya lleva tiempo reivindicando una nuevo marco legal. Además del apoyo, ha anunciado que entregará al Ministerio de Cultura una propuesta de regulación para prohibir las empresas de reventa digital.
Egea ha explicado a El País por qué un usuario no puede revender su ticket libremente cómo sí lo puede hacer con otros productos «No está autorizado, necesita una licencia de venta. La entrada es un contrato del usuario con el promotor«, asegura Egea, además añade: «La APM apoya la reventa al precio oficial si hay circunstancias que la justifiquen, al igual que la declaración firmada por Sanz. Solo luchamos contra la especulación«.
En el otro lado de esta reacción está la de Jon Uriarte, co-fundador de la start-up española Ticketbis, que fue adquirida por StubHub a inicios de este año, ha emitido un comunicado sobre la reciente preocupación de los medios alrededor de la reventa de entradas en España.
“Restringir la reventa simplemente provocará que estas transacciones se realicen fuera de sitios seguros como el nuestro y tengan lugar en las calles, en grupos privados de redes sociales y en otros sitios de internet sin protección para los consumidores. Al final generará un aumento de precios para los consumidores, ya que concentrará la oferta en las manos de unos pocos vendedores determinados a ignorar la ley.» Uriarte destaca la dificultad de esta situación: «Es un tema complejo que necesita estudiarse detenidamente, ya que reacciones precipitadas llevarán únicamente a incrementar el fraude.«
Respecto la situación de la reventa y la percepción de los fans, comenta: «En otros países hemos evidenciado que limitar los precios no funciona y, de hecho, suele desembocar en precios mayores, al fomentar la reventa callejera en el mercado negro, incrementar las acciones fraudulentas y ofrecer menos protección al consumidor. Además, distintas encuestas muestran que 7 de cada 10 españoles considera que la reventa de entradas no debería ser ilegal y que los consumidores deberían tener el derecho de vender sus entradas sobrantes.»
Uriarte comenta que: «Si miramos hacia Estados Unidos, donde la reventa de entradas es muy común, los precios han descendido a medida que el mercado ha madurado. Esto ocurre porque hay más vendedores compitiendo para vender sus entradas, por lo tanto los precios deben ser competitivos. Sin restricciones legales, el mercado español podrá madurar y desarrollarse, lo cual será beneficioso para los consumidores.» Uriarte también señala al mercado primario, como parte del problema: «Hay una clara falta de transparencia con respecto a la cantidad de entradas que salen a la venta general.»
El único punto donde si están de acuerdo ambas puntos de vista es en el uso de Bots (compra masiva de tickets por parte de programas informáticos) para la compra y especulación de tickets a gran escala. En este sentido Uriarte apunta: «Está claro que los bots, sistemas automatizados para la compra masiva de entradas, dificultan a los fans la oportunidad de obtener entradas que llegan a la venta general. Hemos insistido sobre la necesidad de una legislación anti-bots y hemos testificado recientemente en el Congreso de los Estados Unidos y en el Parlamento Británico para apoyar las iniciativas contra la mala utilización de los bots.»
Sobre la regulación de los bots, Uriarte comenta lo que está sucediendo en otros países: «En el Reino Unido, el Gobierno está abordando el problema de los bots a través de un proceso de consulta muy detallado y profundo. Si se regulan de la noche a la mañana áreas enteras de la ‘economía digital’, se genera desconfianza entre las start-ups y el sector tecnológico hacia las instituciones y el entorno empresarial del país. España debe mostrar que está abierta a la innovación”
