Revendedores burlan el sistema de entradas «no transferibles» de Ticketmaster
La industria de venta de entradas para eventos en vivo enfrenta un nuevo desafío que pone en jaque los esfuerzos por combatir la reventa no autorizada. Un reciente informe de 404 Media revela cómo los revendedores han logrado descifrar el código detrás de los entradas «no transferibles» de Ticketmaster, generando una crisis en el sector.
La situación salió a la luz gracias a una demanda presentada por AXS, otro gigante de la venta de entradas, en un tribunal de California. El documento legal expone la batalla que se libra entre las plataformas oficiales de venta y los revendedores, quienes han desarrollado métodos sofisticados para eludir las restricciones impuestas.
Según el informe, los revendedores han logrado replicar los códigos de barras de las entradas originales en una infraestructura paralela que ellos mismos controlan. Esto les permite vender y transferir entradas a clientes que creen estar adquiriendo entradas de reventa legítimas. Lo más alarmante es que, en la mayoría de los casos, estas entradas falsificadas se escanean como auténticas en las entradas de los recintos.
El proceso de ingeniería inversa fue confirmado por dos investigadores de seguridad que lograron descifrar el sistema de generación de códigos de barras de Ticketmaster. Estos expertos revelaron que tanto Ticketmaster como AXS utilizan un sistema de códigos rotativos que cambia cada pocos segundos, lo que en teoría debería hacer imposible la transferencia no autorizada.
Sin embargo, los revendedores han encontrado la manera de extraer un token secreto y único asignado al comprador original. Este token permite generar nuevos códigos de barras válidos cada 15 segundos, emulando perfectamente el funcionamiento de las entradas legítimas. Al exportar este token a plataformas de terceros, los revendedores pueden ofrecer entradas que son indistinguibles de las originales.
La gravedad de la situación se refleja en las preocupaciones expresadas por los fans en foros en línea. Muchos compradores de entradas a través de plataformas como StubHub o el misterioso servicio «secure.tickets» han manifestado su inquietud sobre la legitimidad de sus entradas. A pesar de estas dudas, numerosos testimonios confirman que las entradas adquiridas por estos medios han funcionado correctamente en los eventos.
Esta crisis plantea serias cuestiones sobre la eficacia de las medidas anti-reventa implementadas por las principales plataformas de venta de entradas. Los sistemas que se suponían inviolables han sido comprometidos, dejando a los organizadores de eventos y a las empresas de ticketing en una posición vulnerable.
La demanda de AXS acusa a los servicios de reventa de piratería, aunque admite desconocer los detalles técnicos de cómo logran burlar el sistema. La compañía alega que los demandados están creando entradas falsificadas a partir de accesos ilícitos a su plataforma, imitando o copiando las entradas originales.
El caso ha generado un debate sobre la necesidad de implementar medidas de seguridad adicionales en los eventos. Algunos sugieren que la verificación de identidad en las entradas podría ser necesaria para garantizar que solo los compradores originales puedan acceder. Sin embargo, esta solución podría resultar logísticamente complicada y potencialmente impopular entre los asistentes.
La situación también pone de manifiesto la continua demanda de un mercado secundario de entradas, a pesar de los esfuerzos de las compañías por limitarlo. Muchos fans argumentan que la reventa proporciona una valiosa opción para aquellos que no pueden adquirir entradas durante la venta inicial o que necesitan transferir sus entradas por razones legítimas.
En respuesta a esta crisis, es probable que Ticketmaster, AXS y otras plataformas de venta de entradas se vean obligadas a revisar y fortalecer sus sistemas de seguridad. El desafío será encontrar un equilibrio entre la protección contra la reventa fraudulenta y la flexibilidad que los consumidores demandan.
Mientras tanto, los compradores de entradas se encuentran en una posición incierta, sin poder distinguir fácilmente entre entradas legítimas y falsificadas. Esta situación subraya la importancia de adquirir entradas únicamente a través de canales oficiales y autorizados, aunque incluso esta precaución puede no ser suficiente en el actual panorama.
El caso continúa desarrollándose, y la industria de eventos en vivo observa atentamente, consciente de que el resultado podría tener implicaciones significativas para el futuro de la venta de entradas y la experiencia de los asistentes a conciertos y eventos deportivos en todo el mundo.