SESAC podría estar en la mira de posibles compradores de capital privado
El año 2024 marcó un hito significativo para las organizaciones de derechos de ejecución (PRO) en los Estados Unidos. Las adquisiciones de entidades como BMI y Global Music Rights (GMR) no solo capturaron la atención del mercado, sino que también redefinieron las valoraciones de este sector. En este contexto, SESAC, una de las principales PRO del país, parece ser el próximo activo de interés para firmas de capital privado.
La reciente adquisición de BMI por parte de New Mountain Capital y la valuación de $3,300 millones de GMR sirvieron como catalizadores para que varias firmas de capital privado evaluaran a SESAC. Blackstone, actual propietario de SESAC, ha recibido propuestas no solicitadas, lo que lo llevó a explorar de manera informal una posible venta. Con el apoyo de los bancos Moelis & Co. y Morgan Stanley, Blackstone está evaluando estas ofertas, aunque por ahora evita acercarse a compradores estratégicos.
SESAC, adquirida por Blackstone en 2017 por $1,125 millones, ha sido una inversión fructífera. La PRO ha diversificado sus ingresos y expandido su alcance mediante adquisiciones estratégicas como la de Harry Fox Agency, Audiam y Audio Network. Estas decisiones han contribuido al crecimiento constante de SESAC, que en el año fiscal 2024 generó ingresos de $388.6 millones, con proyecciones de superar los $400 millones en 2025.
Una de las mayores fortalezas de SESAC radica en su diversificación de ingresos. Según el informe de Kroll, la PRO generó el 37.2% de sus ingresos de licencias generales, el 21.7% de ingresos digitales y el resto provino de fuentes como televisión, radio y Audio Network. Este modelo reduce la dependencia de una sola fuente de ingresos, haciéndola más atractiva para inversionistas.
No obstante, su actividad principal sigue siendo la concesión de licencias de derechos de ejecución o interpretación pública. Con un modelo boutique, SESAC selecciona cuidadosamente a sus compositores afiliados, logrando una cartera de artistas de renombre como Bob Dylan, Adele y Neil Diamond. Esta estrategia ha permitido a SESAC posicionarse como una PRO de alto nivel, aunque también ha reducido su número de compositores de 35,000 en 2019 a 15,000 en 2023, en un esfuerzo por maximizar la rentabilidad.
Firmas como TA Associates, que ya tienen experiencia en la industria musical, han sido mencionadas como posibles interesadas en SESAC. En 2022, TA adquirió TouchTunes, una red de jukebox digitales, lo que muestra su interés por activos relacionados con la música. Aunque no han confirmado su participación, su historial en el sector los posiciona como un candidato fuerte.
Por su parte, los bancos Moelis y Morgan Stanley, con amplia experiencia en transacciones musicales, desempeñan un papel fundamental en la posible venta. Su participación en acuerdos recientes, como la adquisición de BMI y la reestructuración de GMR, subraya su conocimiento del mercado y su capacidad para cerrar acuerdos complejos.
El atractivo de SESAC radica no solo en su diversificación y crecimiento, sino también en su flexibilidad operativa. A diferencia de BMI y ASCAP, SESAC no está restringida por decretos de consentimiento, lo que le otorga mayor libertad para negociar acuerdos y maximizar ingresos.
Sin embargo, el precio será un factor determinante en la decisión de Blackstone. Con una valoración estimada entre $2,000 millones y $2,500 millones en 2023, el potencial retorno de inversión podría tentar a la firma a vender. Por otro lado, mantener SESAC podría seguir generando beneficios considerables, dada su sólida posición en el mercado.