YouTube respalda la reintroducción de la Ley «No Fakes» contra los deepfakes

La proliferación de imágenes y videos generados por inteligencia artificial (IA), conocidos como deepfakes, ha encendido las alarmas en la industria tecnológica, el sector del entretenimiento y el ámbito legislativo. El Congreso de Estados Unidos ha reintroducido el No Fakes Act, una propuesta bipartidista que busca establecer un marco federal para proteger a los individuos frente a la explotación no autorizada de su imagen y voz en contenidos digitales manipulados por IA. Este esfuerzo cuenta con el respaldo de gigantes tecnológicos como YouTube, así como de empresas de medios y organizaciones de derechos de autor.
¿Qué es el No Fakes Act?
El No Fakes Act (Nurture Originals, Foster Art, and Keep Entertainment Safe Act) otorga a cualquier persona el derecho exclusivo sobre la reproducción digital de su imagen, voz o semejanza. Este derecho puede ser transferido a los herederos tras el fallecimiento y se extiende hasta 70 años después de la muerte del titular. La ley busca frenar la creación y difusión de deepfakes no autorizados, que pueden usarse para suplantar identidades, difamar o explotar comercialmente la imagen de figuras públicas y ciudadanos comunes.
El proyecto, patrocinado por los senadores Marsha Blackburn (R-TN), Chris Coons (D-DE), Thom Tillis (R-NC) y Amy Klobuchar (D-MN), fue reintroducido tras no prosperar en su primer intento en 2023. En esta ocasión, ha sumado el apoyo de más de una docena de empresas y asociaciones, incluyendo YouTube, Disney, OpenAI, la Creative Artists Agency (CAA), SAG-AFTRA y la Recording Industry Association of America (RIAA).
El compromiso de YouTube y las nuevas herramientas contra los deepfakes
YouTube, plataforma afiliada a Google, ha sido una de las voces más firmes en favor del No Fakes Act. La compañía ha implementado una serie de medidas para combatir el contenido ilícito generado por IA, como un sistema que permite a los creadores solicitar la eliminación de deepfakes no autorizados y herramientas avanzadas de gestión de imagen. Además, YouTube ha colaborado con la CAA para desarrollar un conjunto de herramientas que ayuda a usuarios de alto perfil a detectar y moderar cargas de contenido generado por IA que utilicen su imagen sin permiso.
Creadores influyentes como MrBeast, Marques Brownlee y Mark Rober participan en la fase de pruebas de este sistema de coincidencia de imagen, reflejando la preocupación de la comunidad creativa ante el “problema en evolución” del mal uso de la IA. Según Leslie Miller, vicepresidenta de Políticas Públicas de YouTube, la plataforma apuesta por una combinación de innovación tecnológica y regulación gubernamental para garantizar un futuro sostenible y seguro en el uso de la IA.
Ventajas y desafíos del No Fakes Act
El No Fakes Act pretende resolver la fragmentación legal existente en Estados Unidos, donde cada estado regula de forma distinta el derecho a la imagen y la protección frente a deepfakes. Al establecer un estándar federal, la ley facilitaría la protección de los derechos individuales y simplificaría el cumplimiento para las plataformas digitales, que actualmente deben navegar un mosaico de normativas estatales.
Sin embargo, la propuesta no está exenta de críticas. Organizaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF) y TechFreedom advierten que el sistema de notificación y retirada de contenidos podría ser susceptible de abusos, permitiendo la censura privada y afectando la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda. Señalan que la ley podría incentivar la eliminación de contenidos legítimos ante la mera sospecha de infracción, sin ofrecer suficientes garantías para restaurar material retirado injustamente. Además, la carga de litigar para recuperar contenido recae en los creadores, lo que podría desalentar la publicación de obras críticas o paródicas.
YouTube y otros actores consideran que la colaboración entre plataformas, legisladores y titulares de derechos es clave para encontrar un equilibrio entre innovación y protección. El Congreso tiene ahora la responsabilidad de decidir si el No Fakes Act representa ese punto de encuentro o si, por el contrario, requiere ajustes para evitar efectos colaterales indeseados. En un contexto donde la tecnología avanza más rápido que la legislación, la discusión sobre los deepfakes y la IA apenas comienza.