12 claves emocionales del éxito y el fracaso en la música

Dedicarse a la música requiere, además de talento, capacidad para sobrellevar la “montaña rusa” emocional que caracteriza a la profesión. La carrera es de fondo y sólo llegan a la meta los que persisten y saben aprender de los obstáculos. A su vez, estas metas son inestables y de corta duración y siempre hay que estar preparado para renovarlas y asumir con equilibro tanto el éxito como el fracaso. Dos caras de una misma moneda en las que no todo es “blanco o negro”.
El anhelado éxito no siempre es lo que parece y bajo las luces de la fama se esconden grandes sacrificios personales que abarcan desde la incompatibilidad con una vida familiar, la soledad de la carretera, el sometimiento constante a juicio o las malas compañías que disfrazan su interés en falsa adulación.
Y luego, está el fracaso por no conseguir lo que se desea y que tantas veces suele asumirse como una falta de talento o incapacidad personal. Una actitud poco acertada si tenemos en cuenta que los obstáculos son la mejor fuente de aprendizaje y de mejora.
Vivir de la música requiere de una gran fortaleza emocional ya que de ella dependerá, en gran medida, la felicidad del propio artista y la duración de la misma carrera. Algunas claves para gestionar de forma adecuada las emociones serían:
- Automotivación. El negocio de la música es complejo y no siempre alienta al artista. Por ello, encuentra en tu pasión por la música y el trabajo constante la mejor recompensa.
- No hay errores sólo aprendizaje.
- Proactividad. No dejes que otros escriban tu camino y se tú quien asuma las riendas del mismo. La timidez no tiene cabida si quieres alcanzar tus metas.
- No te compares con otros y saca lo mejor de ti en cada acción.
- Visualiza mentalmente tu futuro, tal y como lo deseas. Los pensamientos son la antesala de las palabras; éstas son el origen de las acciones y los actos construyen tu vida.
- Rodéate de profesionales que saquen lo mejor de ti pero que sepan hacer críticas constructivas.
- No te enganches a las “luces cegadoras” de la fama y sí enamórate del trabajo bien hecho.
- La humildad te libera de las cadenas de la fama y te da alas en los tiempos duros.
- Disfruta y aprende del éxito. Si existe es porque también hay fracaso y ambos son parte de un todo.
- Los pequeños logros son la base de los grandes éxitos. ¡Saborea cada uno de ellos!
- Saca diez minutos al día para valorar tu día, soñar con tu próxima meta y diseñar los pasos para alcanzarla.
- Cuida tus raíces ya que te mostrarán el norte tanto en la oscuridad como en la luz cegadora de la fama. Aunque viajes y conozcas mucha gente, escoge un lugar dónde vivir y unas personas a quien cuidar.
En definitiva, asume y conoce los mecanismos de la Industria; aprovecha conscientemente sus virtudes pero no pierdas tu esencia, aquella que te llevo un día a abrazar a la música y a dedicarle tus ilusiones y esfuerzos.