¿Cuál es el papel de l@s fans en la nueva Industria de la Música?

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El término “fan” hace referencia a aquella persona que es seguidor de algo o alguien (RAE, 2015). En el caso de la música, el fenómeno tiene su origen en la empatía que se siente hacía un artista (Punset, 2014) o la emoción que despierta una obra creativa (Martí, 2000). Producto de esta admiración el cerebro segrega dopamina que es la molécula portadora del placer (Punset, 2014)

Para Martí (2000), el fenómeno fan artístico nace de una sensibilidad especial hacía el mundo creativo que nada tiene que ver con el origen de otros fanatismos (políticos, religiosos…). El autor considera que sólo se puede experimentar el “sentimiento fan” cuando la persona conecta con la dimensión espiritual del arte. Este vínculo puede irrumpir en cualquier época de la vida aunque es en la adolescencia cuando la expresividad de éste es mucho más exacerbada (Martí, 2000).

Los conciertos son el espacio de mayor éxtasis emocional para un fan artístico. Es el lugar donde la empatía entre el ídolo y sus seguidores alcanza su punto álgido. El sentimiento de conexión es mutuo. Así, por ejemplo, el cantante Manolo García hace referencia a como “todo el mundo en los conciertos, se encuentra en ese compartir, en esa misa, en esa comunión público-artista (o músico) que es un viaje de ida y vuelta, un toma y daca. Conseguimos una temporalidad”. Y apunta, como “el escenario provoca una euforia máxima porque ves a la gente contenta y eso es una felicidad (…).Estamos todos abrazándonos. Somos piña, somos tribu. Es algo ancestral” (Redes, 2012).

Aunque la intensidad emocional de los conciertos es atemporal, la relación artista-fan y el papel de los fans en la Industria Musical ha variado mucho en los últimos años. Hoy en día, los seguidores adquieren un papel mucho más activo en el desarrollo de la carrera de un artista y buscan un contacto mucho más cercano con su ídolo.

Dos fenómenos han provocado esta nueva concepción de los fans. Por un lado, la menor inversión de las discográficas en marketing y por otra la eclosión de las redes sociales y las nuevas tecnologías.

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Alejandro Sanz atendiendo a su Club de Fans

El menor presupuesto destinado a la publicidad de un artista ha llevado a que las compañías de discos y las empresas de management trabajen de una forma más estrecha con l@s fans de sus artistas. Ahora, los seguidores, de una forma altruista, serán quienes tomarán el relevo de ciertas actividades promocionales de su artista favorito. Los Clubes de Fans serán las organizaciones gestoras de las campañas de marketing y las redes sociales serán su mejor plataforma de comunicación y de difusión. Además, desde el punto de vista del neuromarketing, no hay mejor publicidad que aquella que realiza la persona que cree y admira lo que predica. Y sin duda, un fan es el mejor “embajador” de un “producto”.

A cambio, los seguidores exigirán un vínculo más estrecho con los músicos. La relación ídolo-fan es sustituida por una más cercana entre artista-seguidor. Ahora, y gracias a las redes sociales el feed-back será fluido y en un plano de mayor igualdad. Frente a la perfección de antaño se busca la naturalidad y espontaneidad de la persona admirada.

Al igual que la forma de trabajar en la Industria de la Música está cambiando, también lo hacen las relaciones entre sus protagonistas. Así y, a pesar de la globalización y la deshumanización imperante, se observa como los fans siguen mostrando su pasión desinteresada por la música y su deseo de conexión emocional con personas que encarnan valores o actitudes que admiran.

Y aunque muchas veces l@s fans no reciban el valor que les corresponde, la realidad es que sin ellos el negocio de la música no existiría.  Por ello, este post va dedicado a ellos, por creer y apoyar a la música y a sus artistas. ¡Va por vosotr@s!