Amazon Echo viene a transformar el consumo de música
La reciente aparición de los altavoces inteligentes representa una nueva frontera a conquistar para la industria de la música. Recientemente Sony Music agrupó un equipo de 6 personas para descifrar lo que pronto se va a convertir en uno de los retos más grandes para la industria de la música en décadas, y a su vez una de sus mejores oportunidades.
El objetivo: lograr que estos altavoces inteligentes operados por voz reproduzcan canciones específicas cuando los usuarios a su alrededor digan el nombre de su artista o banda favoritos, o simplemente cuando hagan peticiones tan genéricas como «música para perros», «música para beber», «música para bailar», «música pop para hacer yoga» o «Bruce».
Las discográficas deben pensar desde la perspectiva de los usuarios y descifrar qué palabras van a utilizar para pedir música a sus dispositivos. Por ejemplo una instrucción para «play Bruce» genera la interrogante de si el altavoz va a reproducir al Bruce más popular (Springsteen) o quizás a Bruce Hornsby, quien potencialmente podría desplazar a Springsteen si llegase a sacar un hit super exitoso. Un representante de Sony ha indicado a Billboard que las peticiones musicales que están saliendo del estimado de 11 millones de dueños de Amazon Echos incluyen una amplia cantidad de «bolas curvas y cosas que ninguno de nosotros hubiese podido anticipar».
El Amazon Echo, en conjunto con Google Home y el recién anunciado HomePod de Apple, presentan una promesa de recargar el crecimiento de la industria de la música, el cual se ha estado disparando gracias a los servicios de streaming como Spotify y Apple Music. Mientras que el servicio de música pago de Amazon que viene casado con el Echo (Amazon Music Unlimited) solamente ha alcanzando unos pocos millones de suscriptores desde su lanzamiento en octubre pasado, es de la opinión de algunos expertos que la explosión del mercado de los altavoces inteligentes está cambiando radicalmente el comportamiento de consumo de los usuarios.
Los fans cada vez más están escuchando música en casa a través de los altavoces en lugar de utilizar los dispositivos móviles con auriculares, pero el mercado con más potencial es de los usuarios más adultos, ya que la experiencia se asemeja muchísimo más a aquella con la cual han crecido y la curva de adaptación al streaming es mucho menor. Amazon Music Unlimited, el cual cuesta menos de la mitad que Spotify y Apple Music cuando se compra la suscripción en conjunto con el Echo, cubre a las generaciones de mas edad, un segmento del mercado que la industria está muy interesado en convertir hacia el streaming de pago, debido a que son personas acostumbradas a pagar por música. Los altavoces inteligentes en los coches también facilitarán la utilización de servicios de streaming on-demand en la vía, lo cual potencialmente puede incrementar las suscripciones.
Sin embargo, los comandos más sencillos solicitados al asistente del Echo «Alexa» como por ejemplo «play Taylor Swift», representa un acertijo complicadísimo para las discográficas. ¿Cuál de todas sus canciones va a reproducir Alexa? ¿Cómo puede la distribuidora de Swift (UMG) asegurarse de que Alexa reproduzca el nuevo single, o una canción de su álbum más reciente?
Para hacer frente a este reto, las discográficas han estado reconfigurando sus equipos de marketing y tecnología para mejorar la metadata, esa información invisible contenida en los archivos digitales que indica los detalles del artista, título y género. Debido que los usuarios no están escribiendo texto, las peticiones de voz pueden ser muy imprecisas al pedir canciones, artistas o incluso fragmentos de letras, y las discográficas están investigando y trabajando en cómo explotar esos comandos hechos a medias.
«Cuando alguien pide música diciendo ‘Estoy buscando canciones de rock de los 80 con una vocalista femenina para una playlist para ir a correr’, allí hay seis o siete piezas de metadata«, así lo indica Miles Galliford, CEO de Beetroot, una startup Británica que se encarga de compilar metadata para compañías musicales. El boom de los comandos por voz han hecho crecer su negocio considerablemente en los últimos 12-18 meses. «El reto para la industria es meterse dentro de todo ese catálogo y añadir toda esa metadata, lo cual es un trabajo enorme. Sin esto, una canción no podrá ser encontrada«.
Es muy pronto aún para predecir qué tanto van a contribuir los altavoces inteligentes a la industria en comparación al mercado de streaming en general, el cual generó $2.5 mil millones tan solo en los EEUU según la RIAA. Sin embargo está comenzando a verse: en enero Ford sacó al mercado sus coches Fusion y F-150 con Echos integrados, y la marca Sonos ha anunciado una alianza con el servicio de streaming de Amazon que pretende integrar comandos por voz este año.
«La industria debe prepararse para que los servicios de streaming se hagan mucho más mainstream. Los comandos por voz son un modelo de interacción muy intuitivo y esto es lo que debe asumir la industria», así lo indicó Shanna Prevé, jefa de desarrollo de negocio de hardware de Google. «Todo el mundo está ahora trabajando con voz», dice Ryan Taylor de Sonos, «debemos asegurarnos de estar preparados para todas estas cosas increíbles que van a suceder en los próximos tres años»