Comisión Europea evaluará formalmente la adquisición de Downtown por parte de UMG

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Lo que podría parecer una simple operación corporativa se ha convertido en un caso emblemático sobre el futuro de la competencia, la diversidad cultural y el acceso a los servicios musicales en Europa y el mundo. Hablamos de la potencial adquisición de Downtown Music Holdings por parte de Universal Music Group

¿Por qué la preocupación?

Downtown Music Holdings no es solo una empresa más en el ecosistema musical: su portafolio incluye servicios de distribución y gestión de derechos fundamentales para miles de sellos y artistas independientes, como FUGA, CD Baby, Songtrust y Curve Royalties. A través de sus divisiones, Downtown trabaja con más de 5,000 clientes empresariales y más de 4 millones de creadores en 145 países. Desde su fundación como editorial en 2007, se ha transformado en una compañía de servicios puros, sin poseer derechos de autor propios desde la venta de su catálogo a Concord hace tres años y medio.

Por su parte, UMG, líder global del mercado de música grabada, ha acelerado en los últimos años su estrategia de expansión, sumando a su portafolio sellos independientes como PIAS y 8Ball Music. La adquisición de Downtown, sumada a estos movimientos, consolidaría aún más su posición dominante en la cadena de valor musical, desde la producción hasta la distribución y gestión de derechos.

El mecanismo regulatorio y la reacción europea

Aunque la operación no alcanzaba los umbrales de facturación que obligan a una notificación automática a la Comisión Europea -que exige más de 5.000 millones de euros a nivel global y 250 millones en la UE para cada parte-, sí superó los límites nacionales en Austria y los Países Bajos. Fue precisamente el regulador neerlandés quien solicitó a Bruselas examinar el caso bajo el artículo 22 del Reglamento de Concentraciones de la UE, que permite intervenir en fusiones que, sin tener dimensión europea, puedan afectar el comercio y la competencia en el mercado único.

La Comisión Europea aceptó la remisión y ha abierto una investigación formal, subrayando que la operación “amenaza con afectar significativamente la competencia en ciertos mercados de la cadena de valor de la música donde ambas empresas están activas, en Austria y en los Países Bajos, así como en muchos otros Estados miembros”. Universal Music, por su parte, ha declarado que espera cooperar con la Comisión y confía en cerrar la adquisición en la segunda mitad del año, dentro del plazo previsto.

Preocupación en el sector independiente: concentración y acceso a datos

La reacción del sector independiente ha sido inmediata y contundente. Organizaciones como IMPALA, que representa a más de 6.000 sellos y compañías musicales en Europa, han advertido que la operación podría suponer un “grave detrimento” para artistas y fans, debilitando la competencia y reduciendo la pluralidad de voces en el mercado.

Uno de los temores centrales es que UMG, al tomar el control de plataformas de distribución como FUGA y CD Baby, obtenga acceso privilegiado a los datos y estrategias de sus rivales independientes, incrementando su poder en el ecosistema del streaming y la gestión de derechos. Además, los recientes cambios en los modelos de reparto de regalías en plataformas como Deezer, Spotify y Amazon -impulsados en parte por la presión de grandes discográficas- han favorecido a los grandes catálogos, en detrimento de los independientes y los artistas autoeditados.

¿Qué puede decidir la Comisión Europea?

La Comisión Europea dispone de seis semanas para responder a las preocupaciones planteadas y decidir si impone condiciones estrictas, exige desinversiones o incluso bloquea la operación. El resultado será determinante no solo para el futuro de UMG y Downtown, sino para el equilibrio entre grandes corporaciones y el sector independiente, la diversidad musical y el acceso de los creadores a los servicios digitales.

Aúnque las preocupaciones han ganado momentum dentro del sector, Tim Ingham de Music Business Worldwide considera que la compra de Downtown Music Holdings por parte de Universal Music Group (UMG) probablemente será aprobada por los reguladores, ya que no representa una amenaza de monopolio. Argumenta que la cuota de mercado de UMG, aunque significativa, está por debajo de los niveles que suelen preocupar a las autoridades antimonopolio en Estados Unidos y Europa. Además, destaca que Downtown ya no posee derechos de autor musicales, por lo que UMG solo estaría adquiriendo servicios y capacidades de distribución, no aumentando su control sobre el repertorio musical.

Ingham también subraya que el sector independiente es fuerte y competitivo, con casi la mitad del mercado global de derechos de autor en manos de artistas y sellos independientes. Existen múltiples opciones de distribución y servicios para estos actores, lo que limita cualquier posible impacto negativo de la operación. Finalmente, recuerda que en adquisiciones anteriores, como la de EMI por UMG, los temores regulatorios resultaron exagerados y la cuota de mercado de UMG incluso ha disminuido desde entonces.