El equipo de Drake dice que él «no tiene nada que ocultar» en demanda contra UMG

La disputa legal entre Drake y Universal Music Group (UMG) ha escalado hasta convertirse en uno de los enfrentamientos más mediáticos de la industria musical reciente. El epicentro del conflicto es la canción “Not Like Us” de Kendrick Lamar, lanzada bajo el sello de UMG, cuyo contenido y promoción han sido calificados por el rapero canadiense como difamatorios y peligrosos para su integridad y la de su familia.
Todo comenzó cuando Drake, tras una serie de intentos legales previos, presentó formalmente una demanda por difamación contra UMG en enero de 2025 ante un tribunal federal en Nueva York. En ella, acusa a la discográfica de promover deliberadamente un “mensaje falso y negativo” a través de la canción de Lamar, que lo tilda de “pedófilo certificado” y lo señala como objetivo de ataques públicos y personales. Según el equipo legal de Drake, la campaña de UMG no solo dañó su reputación, sino que también tuvo consecuencias reales: un ataque armado en su residencia, intentos de intrusión y amenazas que lo llevaron a tomar medidas extremas para proteger a su familia.
Drake ha dejado claro que su demanda no está dirigida contra Lamar, sino exclusivamente contra UMG, a quien responsabiliza de explotar y amplificar el contenido difamatorio con fines comerciales, priorizando sus beneficios corporativos por encima del bienestar de sus artistas.
El proceso de descubrimiento: Drake “no tiene nada que ocultar”
La batalla legal ha entrado en una nueva fase con el inicio del proceso de descubrimiento de pruebas, una etapa clave en la que ambas partes deben presentar documentos y testigos relevantes. UMG advirtió públicamente a Drake que “tuviera cuidado con lo que desea”, insinuando que el proceso podría exponerlo legalmente. Sin embargo, el equipo del rapero respondió con firmeza: “Drake da la bienvenida al proceso de descubrimiento y no tiene nada que ocultar. No es Drake quien debería preocuparse; es la actual dirección de UMG”.
El portavoz de Drake fue más allá, señalando que esperan escuchar bajo juramento a los altos ejecutivos de UMG, como Sir Lucian Grainge y John Janick, para esclarecer la verdad detrás de las decisiones promocionales y las prácticas de la compañía. Para el entorno del artista, la verdadera preocupación debería recaer en la cúpula directiva de UMG, no en el propio Drake.
UMG responde y la industria observa
Por su parte, UMG ha rechazado categóricamente las acusaciones, calificándolas de “falsas, ilógicas y ofensivas”. La discográfica sostiene que “Not Like Us” es una obra artística protegida por la libertad de expresión y que los diss tracks forman parte de una tradición musical basada en la hipérbole y la opinión, no en hechos verificables. Además, UMG ha intentado frenar el proceso de descubrimiento, aunque la justicia ha fallado a favor de Drake, permitiendo que la investigación avance.
El caso ha puesto en el centro del debate el poder de las grandes discográficas, la responsabilidad sobre el contenido que promueven y la delgada línea entre la libertad artística y la difamación. Mientras tanto, Drake insiste en que su objetivo no es solo limpiar su nombre, sino exigir transparencia y responsabilidad a la mayor compañía musical del mundo, sumándose a un coro creciente de artistas que cuestionan el liderazgo y las prácticas de UMG.
La batalla legal entre Drake y UMG está lejos de resolverse y promete sentar precedentes sobre los límites de la promoción musical, la protección de la reputación y la rendición de cuentas en la industria. Drake, seguro de no tener “nada que ocultar”, desafía a UMG en busca de la verdad y la responsabilidad, mientras el mundo observa cómo se desenvuelve este enfrentamiento sin precedentes.