Entrevistamos a Santiago Ricart, A&R editorial de Sony ATV España (Parte 1)
¿Cómo funciona una editorial musical? Son las grandes desconocidas del negocio musical. Prácticamente todo aquel que se ha interesado alguna vez en saber cómo funciona la industria de la música, sabe a grandes rasgos qué es una discográfica y a qué se dedica. O al menos, aparentemente. Sin embargo las editoriales musicales permanecen en la sombra a pesar de ser una parte fundamental del engranaje.
Si utilizamos la jerga de la industria musical, artistas y autores cumplen un papel bien diferente, unos interpretan mientras otros componen. Son muchos los terrenos a abarcar: búsqueda de nuevos talentos, composición de canciones para artistas reconocidos, sincronizaciones, bandas sonoras, sintonías, música para anuncios, vasos comunicantes con el negocio discográfico… Hablamos de todo ello con Santiago Ricart, A&R de la editorial musical Sony ATV.
Esta entrevista realizada por David Little, y compartida en exclusiva en IndustriaMusical.es, pertenece al trabajo de campo realizado durante la elaboración del libro «Cómo ganarse la vida con la música«
¿Qué diferencias hay entre un A&R discográfico y un A&R editorial?
La diferencia es básica. Nosotros trabajos con autores y la compañía discográfica trabaja con artistas. Aunque está claro que nuestros autores también pueden ser artistas, con lo cual también puede haber una carrera discográfica ligada a su trabajo. Pero fundamentalmente intentamos potenciar la faceta autoral. Lo que ocurre es que muchas veces la frontera entre uno y otro se rompen, o simplemente no existen. Si consigues la faceta de artista de uno de tus autores tenga una explotación discográfica, eso ayudará a que la faceta editorial genere beneficios, y viceversa. Pero claro, aquí estamos hablando de autores que también son artistas. Nosotros también trabajamos con autores puros. Es decir, autores sin carrera discográfica que simplemente escriben canciones para los demás, para otros proyectos. En estos casos las diferencias son mayores. Como editorial desarrollamos su capacidad para colocar canciones en diferentes proyectos.
¿Hasta qué nivel llega el apoyo que una editorial brinda a un autor? ¿Asesoráis a nivel musical? ¿Habláis de puentes y estribillos?
Bueno, esto es relativo. Depende del nivel de conocimiento que tenga el autor. Cuando fichamos autores es porque creemos que tienen un potencial para escribir canciones que sean potentes. Y cuando firmamos con un autor-artista con una carrera más o menos encarrilada, la cosa es bien diferente. Pero hablando de autores puros, si partimos desde cero, ayudamos a que sus canciones autor sean lo mejor posible, que encajen con los proyectos que están buscando material.
Muchas veces nos metemos en las estructuras de los temas, les ponemos a coescribir con otros autores para complementar sus posibles carencias, ayudamos a buscar sitios donde maquetar su trabajo… Trabajamos en todos los niveles. Lo que queremos al final es que estos autores tengan unas canciones redonditas para que puedan ser utilizadas por otros artistas.
¿Cómo ayudáis a los autores puros a mover su material?
Como editorial musical estamos en contacto con todas las compañías discográficas y productores. Sabemos qué canciones les hacen falta para los diferentes repertorios que están trabajando. Imagínate que David Bisbal busca canciones nuevas para su siguiente disco. Hemos de tener la mayor información posible de qué tipo de canciones quiere. Es entonces cuando vemos qué autores pueden ir en la línea de lo que está buscando y les informamos de todo lo necesario. Decidimos con ellos si vale la pena maquetar bien el tema y arreglarlo, o si es suficiente grabarlos a guitarra y voz.
Es más barato trabajar con un autor desconocido desde el principio y apostar por él que fichar a uno grande
¿Hay predilección por géneros concretos? Entiendo que en géneros como el rock o el pop rock no se suelen trabajar con autores puros, sino que los propios artistas componen sus canciones.
En España sí, pero no ocurre lo mismo en el extranjero. Fuera los artistas de pop rock, rock, rap y de muchos otros géneros admiten canciones de terceros. En España está un poco mal visto en ciertos circuitos. Aquí solo ocurre con los artistas más estándar, tipo Sergio Dalma, Paulina Rubio, Bisbal, Bustamante, Malú… Estos son los que buscan canciones. Cuando tenemos proyectos más rockeros intentamos que el artista en cuestión se siente a componer junto a autores nuestros.
En este tipo de cosas se muestran un poco más abiertos. Esto ocurre por ejemplo con Dani Martín, que sí que se va a Miami y compone ahí con gente. Y también con otros muchos. El propio Sabina tiene alguna canción de Leiva.
Intentamos siempre juntarles de alguna manera con gente que creemos que pueden ayudarles a que la cosa salga adelante. A nosotros nos beneficia porque conseguimos una participación en esos temas.
¿Dedicáis cierto tiempo a buscar nuevos talentos?
Por supuesto, estamos todo el rato buscando nuevos talentos. Podríamos decir que resulta más barato fichar a alguien nuevo desde el principio, establecer una relación con él y ponerse a trabajar, que fichar por uno grande. Esto es como las canteras en el fútbol. Te sale más caro fichar a Ronaldo que tener a Messi en la Masía desde que es joven. Luego los contratos se igualan en el futuro, claro, pero los comienzos son más baratos. Es una inversión. También es más trabajoso.
¿Y qué tipo de perfil buscáis?
En general de cualquier cosa. Aunque ahora estamos buscando autores nuevos con un marcado perfil internacional. O sea, músicos con un concepto más internacional, que tengan una cultura musical absolutamente anglosajona, que sean anglófilos, que sepan inglés perfectamente, que puedan escribirlo, que les podamos sentar a escribir con cualquier otro autor sueco, alemán o inglés sin que haya ningún problema.
¿Existen vasos comunicantes entre el negocio discográfico y el negocio editorial?
Sí, totalmente. Y no solo a nivel de autores, también pasa con los productores musicales. Por ejemplo, fue recomendación nuestra que David Santisteban y Riki Rivera hicieran el primer disco de India Martínez. Y son los que se han quedado haciendo sus discos. Ellos son coautores y productores del proyecto a nivel artístico. Hay una comunicación constante. No solo con nuestros primos hermanos de Sony Music, sino con otras compañías.
Es decir, que estos vasos comunicantes no tienen por qué ser más profundos con la división discográfica de Sony Music… también trabajáis con otras compañías.
Exacto. Nosotros, Sony ATV, donde más artistas tenemos es en Warner. Aunque es en Sony Music donde quizá más discos están produciendo nuestros productores, que son autores también. Fernando Montesinos, David Santisteban y todos ellos.
También trabajamos con las discográficas independientes. Hay un flujo constante. Y a nivel sincronizaciones mucho más. Ten en cuenta que cuando un autor es también artista, para hacer una sincronización de uno de sus temas hacen falta los derechos discográficos y los derechos editoriales de la canción. Editoriales y discográficas han de trabajar conjuntamente.
Nosotros, Sony ATV, donde más artistas tenemos es en Warner
Cuando buscáis nuevos talentos, ¿cómo hacéis el filtro?
Hay de todo. La típica maqueta enviada por correo tradicional es muy residual. Ahora lo que hacen es enviarte canciones y enlaces al email. Pero si yo me dedicara a escuchar todas las canciones que me llegan cada día, solo tendría tiempo para eso. Entonces la cosa no ha cambiado tanto.
Cuando algo te llega por algún filtro, y aquí hablamos de productores, otros autores, managers, o simplemente gente de cuyo criterio te fías, pues mejor que mejor. Aunque de vez en cuando suena la flauta, escuchas una maqueta que te ha llegado y no está mal… y empiezas a tirar del hilo. Las salas de conciertos también nos avisan cuando programan algo que les parece bueno.
Si me dedicara a escuchar todas las canciones que me llegan cada día, solo tendría tiempo para eso
¿Dirías que la industria musical en España es muy endogámica?
La industria musical en España es muy endogámica porque somos muy pocos.
¿Está todo concentrado en Madrid?
No, tampoco es eso. Hay una escena en Andalucía, hay una escena en Cataluña… Son muy autosuficientes cada una. Las compañías de cada lugar se dedican fundamentalmente a sus propios circuitos catalanes o andaluces. No está todo tan concentrado en Madrid. Lo que pasa que en Madrid están las multinacionales y las independientes de mayor renombre. Y desde luego las editoriales. El 80% están en Madrid.
Aunque esto no tiene por qué repercutir a nivel autoral. Por ejemplo, en Sony ATV hemos montado un campamento de autores donde juntamos a varios autores para que escriban entre ellos. Hay autores de Barcelona, Madrid, Pamplona, San Sebastián, Lisboa… Cada uno vive donde mejor le venga.
No está todo tan concentrado en Madrid. Lo que pasa que en Madrid están las multinacionales y las independientes de mayor renombre
¿Hay mucho desconocimiento acerca de a qué se dedica realmente una editorial musical?
Totalmente. A veces ni los propios autores lo saben. Es bastante típico que sean los propios músicos los que no diferencien lo que es un autor y lo que es un artista. Y en el público general esto es más acentuado. O sea, si mi madre ve a David Bisbal en la televisión piensa que la canción que está cantando la ha compuesto él.
La gente no se plantea que pueda haber alguien detrás escribiendo canciones para terceros. Hay un gran desconocimiento de todo de lo que hace una editorial. Pero es que en general hay un gran desconocimiento de todo lo que hace un autor. Por no hablar de los derechos de autor.
¿Entonces este desconocimiento es un problema para vosotros? ¿No se incentiva a propósito por parte de la industria por razones de marketing?
Es un problema, un problema de educación. En otros países cuando sale un artista en televisión cantando una canción, indican quiénes son los autores. Aquí ni se plantean poner quién ha escrito la canción. En otros países los autores son estrellas, aquí no.
¿El reparto de beneficios entre editorial y autor es idéntico en todos los países? En España el máximo legal al que puede aspirar una editorial es el 50%.
No, en cada país es diferente. En la Unión Europea hay un tope establecido del 50-50. Hay algunos matices en algunos sitios pero fundamentalmente ese es el mínimo.