La inteligencia artificial generativa podría reemplazar al 27% de los artistas para 2028

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El panorama de la música experimenta una transformación sin precedentes a medida que la inteligencia artificial (IA) se integra cada vez más en la creación y producción musical. Un reciente informe encargado por las sociedades de gestión colectiva GEMA y SACEM revela que el mercado de herramientas de música basadas en inteligencia artificial se espera que crezca más de diez veces en los próximos cinco años, generando asombrosos $3 mil millones en ingresos para el año 2028.

Este rápido desarrollo de la inteligencia artificial generativa, según el CEO de GEMA, Tobias Holzmüller, «ofrece un enorme potencial económico». Sin embargo, la revolución no está exenta de desafíos, ya que el 27% de los creadores de música se encuentran en riesgo de perder ingresos ante la creciente presencia de la inteligencia artificial generativa para el 2028. Esta revelación plantea la urgente necesidad de implementar medidas de protección y regulación en la intersección entre la creatividad humana y la innovación tecnológica.

El informe, elaborado por la empresa de investigación Goldmedia, destaca que el mercado global de inteligencia artificial generativa actualmente genera alrededor de 3.7 mil millones de dólares en ingresos. De este total, el 8% proviene de plataformas de inteligencia artificial musical, lo que equivale a $300 millones. Con un aumento proyectado de diez veces a 3 mil millones de dólares para el 2028, los ingresos de la inteligencia artificial musical representarán el 28% de todo el dinero recaudado por las sociedades de gestión de derechos de autor de la industria musical en 2022.

La paradoja se manifiesta cuando observamos que son los propios artistas y compositores quienes están adoptando estas herramientas de inteligencia artificial en su proceso creativo. Según una encuesta realizada a 15,000 miembros de GEMA y SESAC, el 35% de los compositores y editoriales han utilizado tecnología de inteligencia artificial en alguna etapa de su trabajo creativo. Entre todos los encuestados, el 19% eran «rechazadores de IA», mientras que otro 26% «preferiría no» usar la IA.

La adopción de estas herramientas varía según la edad y el género, siendo los creadores menores de 35 años y los creadores de música electrónica quienes lideran en su uso, con un 51% y un 54% respectivamente. En el hip-hop (53%), música publicitaria (52%), música de fondo y música de stock (47%) y la industria audiovisual (46%).

Es relativamente menos común en la música pop (40%), rock y metal (38%), música sinfónica/contemporánea y electroacústica (36%), jazz/blues/improvisación (33%) y música tradicional y world music (30%).

A pesar de esta aceptación creciente, la mayoría de los creadores de música expresan un temor palpable ante el avance de la inteligencia artificial generativa, con un 71% admitiendo que «temen que el uso de la inteligencia artificial para la música pueda hacer que los creadores ya no puedan ganarse la vida con su trabajo». Este temor subraya la necesidad de equilibrar la innovación tecnológica con salvaguardias que protejan los derechos y el sustento de los artistas.

El informe identifica áreas específicas de la creación musical que podrían verse más afectadas por la inteligencia artificial generativa. Se destaca que las empresas que buscan música genérica para sonorizar activos o anuncios podrían satisfacer sus necesidades con música generada por inteligencia artificial en el futuro. Asimismo, dentro de la industria musical, se prevé que los artistas y sellos dependerán cada vez más de las herramientas de inteligencia artificial para la producción de pistas de acompañamiento y masterización, lo que podría reducir las oportunidades para músicos de sesión y productores de estudio.

El gran debate surge en torno a las obligaciones de derechos de autor de las empresas de inteligencia artificial. ¿Pueden estos modelos ser entrenados con música existente sin obtener permiso y negociar licencias con los propietarios de derechos de autor pertinentes? El 90% de los encuestados cree firmemente que se debe buscar permiso y que los creadores y propietarios de derechos de autor deberían beneficiarse financieramente si su música se utiliza para entrenar a la inteligencia artificial. Además, el 95% aboga por la transparencia, exigiendo que las empresas de inteligencia artificial declaren qué contenido se ha utilizado para entrenar sus modelos, y el 89% sostiene que las pistas generadas por inteligencia artificial deben identificarse como tales.

Cécile Rap-Veber, CEO de SACEM, destaca las preocupaciones sobre el impacto potencial en los creadores, afirmando que «las cifras en el estudio muestran que el daño estimado podría ser considerable para los creadores». Insta a la colaboración entre el sector tecnológico y la industria musical para establecer una relación transparente y justa, señalando las disposiciones pertinentes en la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea. Asimismo, hace un llamado a los gobiernos de Francia y Alemania para no oponerse a la implementación de requisitos efectivos de transparencia para las empresas de inteligencia artificial generativa.