Músicos en Reino Unido y EEUU muestran tasas alarmantes de suicidios

La industria musical, a menudo vista como un mundo de glamour, creatividad y éxito, oculta una realidad alarmante: los músicos tienen una de las tasas de suicidio más altas del mundo. Un reciente estudio publicado en Frontiers of Public Health, reseñado por The Guardian, reveló que la música es un entorno profundamente peligroso, con condiciones laborales que ponen en riesgo la salud mental de quienes trabajan en ella.
El estudio, liderado por el Dr. George Musgrave de Goldsmiths, Universidad de Londres, encontró que los músicos en Inglaterra tienen la cuarta tasa de suicidio más alta entre todos los grupos ocupacionales. En los Estados Unidos, la situación es similar: la categoría que engloba a músicos y otros artistas ha registrado tasas de suicidio alarmantes, particularmente entre las mujeres, quienes han liderado las cifras en múltiples años.
Factores de riesgo en la industria musical
Musgrave y su coautor, el Dr. Dorian Lamis de la Universidad de Emory, identificaron una serie de factores que explican este fenómeno. Entre ellos destacan:
1. Inseguridad económica: La mayoría de los músicos son autónomos y carecen de estabilidad financiera, lo que aumenta el estrés y la ansiedad.
2. Presión por la perfección: La exigencia de destacar en un sector altamente competitivo puede llevar a problemas de salud mental.
3. Giras y horarios extenuantes: La falta de descanso y la desconexión de una vida cotidiana estable afectan el bienestar emocional.
4. Soledad y aislamiento: Muchos músicos trabajan de forma independiente, sin acceso a un entorno de apoyo.
5. Exposición en redes sociales: Las críticas constantes y la presión de mantener una imagen pública pueden afectar gravemente la autoestima y la salud mental.
Estos problemas se ven agravados por la falta de acceso a recursos de apoyo. Según una encuesta del Sindicato de Músicos (MU) y la organización benéfica Help Musicians, tres de cada diez músicos en el Reino Unido han enfrentado problemas de bienestar mental.
¿Está haciendo la industria lo suficiente?
A pesar de que en los últimos años la conciencia sobre la salud mental en la industria musical ha aumentado, los expertos coinciden en que las medidas implementadas aún son insuficientes. Naomi Pohl, secretaria general del MU, reconoce que algunos empleadores han establecido buenos programas de apoyo, pero señala que el 70% de los músicos son autónomos y tienen dificultades para acceder a estos recursos.
Sarah Woods, directora ejecutiva de Help Musicians, advierte que la precariedad económica y la reducción de oportunidades están dejando a los músicos en una situación vulnerable. En respuesta, su organización creó Music Minds Matter, un servicio de ayuda disponible las 24 horas del día para apoyar a los trabajadores del sector.
Por su parte, las grandes discográficas como Sony, Warner Music y Universal han comenzado a implementar programas de bienestar, pero Musgrave y Lamis sostienen que se necesita un enfoque más estructural. En particular, proponen un «marco de cero suicidios», una estrategia utilizada en otros sectores para prevenir estas tragedias.
Un llamado a la acción
La música es una de las formas de expresión más poderosas y universales, pero sus creadores enfrentan desafíos que ponen en riesgo su bienestar e incluso sus vidas. No se puede seguir normalizando la idea de que el sufrimiento es inherente al arte. La industria musical debe asumir su responsabilidad y tomar medidas urgentes para proteger a sus trabajadores.
El llamado es claro: es necesario mejorar las condiciones laborales, garantizar estabilidad económica, ofrecer apoyo psicológico accesible y crear un entorno más seguro y saludable para los músicos. Solo así se podrá comenzar a revertir esta crisis silenciosa que amenaza a tantos talentos.
Mientras los datos sigan reflejando cifras preocupantes, la música seguirá cargando con una deuda pendiente: cuidar de quienes la crean.