Un estudio de Universal Music concluye que sin la piratería el negocio de la música grabada sería 17 veces mayor
De acuerdo a fuentes cercanas a DMN, la discográfica más grande del mundo, Universal Music Group ordenó un estudio a la consultora Bain & Company el cual reflejo datos que apoyan de manera contundente la teoría de la casa matriz de Universal, Vivendi. O lo que viene a ser igual a que la piratería y el modelo free son el gran lastre que tiene a la industria de la música sufriendo.
En uno de los escenarios Bain concluyó:
Si se pudiese eliminar repentinamente la piratería y el modelo free, los ingresos de la música grabada se multiplicarían por 17 en los próximos 3 años.
El escenario planteado sería algo así: durante el primer año, la mayoría de los consumidores se mostrarían reacios a pagar por su costumbre a conseguir música gratis. Sin embargo, las predicciones de Bain son que en lo que éste nuevo status quo se establezca la resistencia se irá, gradualmente perdiendo el rechazo a pagar por la música, lo que generaría mayores suscripciones premium, incrementos de ventas en vinilo e incluso descargas y ventas de CD.
«El primer año es cuando todo el mundo se queja, y se niegan a comprar», dijo una fuente a Digital Music News. «Pero luego será como en todo lo demás, en las que pagas, porque tienes que pagar. Ahí es cuando empiezas a ver la recuperación y luego el gran incremento».
¿Suena imposible? Pues es allí cuando entra en juego el plan llamado «Piracy D-Day», el Día D de la Piratería pretende ser el plan de Vivendi / UMG para atacar fuertemente a la piratería y finalmente erradicarla. Todo pasa por hacer recortes masivos de contenido free en plataformas como Spotify, eliminar webs al estilo Grooveshark, inspecciones fuerte y alianzas con los ISP o proveedores de servicios de Internet, iniciar fuerte acciones legales contra portales e individuos que pretendan saltar las leyes y mucho mayor influencia sobre políticos en los Estados Unidos y Europa. «Los políticos, al igual que los artistas, siempre han tenido miedo a hablar en contra de la piratería porque temían la reacción violenta», continuó comentando la fuente.
«Con el actual acuerdo de comercio [tras-Atlántico] en discusiones, estamos viendo un cambio, y Hollywood está ayudando a eso.»
Esto nos lleva de nuevo a mirar alrededor del mundo, con los ataques recientes en Nueva Zelanda contra Kim Dotcom el fundador de Megaupload. «La industria de la música no es nada en tamaño, no tienen poder en Washington, no son tan inteligente y simplemente se preocupan por sus salarios. Pero Hollywood es diferente: ellos tienen a Obama yendo a visitar, y no verías cosas como el allanamiento a Kim Dotcom sin ellos detrás…ellos nos quieren perder su industria.»
Y tampoco la quiere perder Vivendi, una compañía muy descontenta con el modelo actual y el «estado de lo gratis«, impulsado desde plataformas como YouTube, Spotify o Soundcloud. Por ello, se ha sabido que todas las presiones y el cambio en el discurso de Lucian Grainge en contra el modelo free, vienen desde la casa matriz que le ha asignado esa misión a la figura más poderosa de la industria de la música, sino el cargo de Lucian podría estar en peligro. Incluso se rumorea que el despido de Rob Wells, director del departamento digital y pionero del apoyo a Spotify, fue para comprar tiempo.
Aún así y a pesar del descontento, los grandes accionista de Vivendi incluyendo a Vincent Bolloré, aún confían en la música, como muestra está el rechazo de la oferta de $8.500 millones del Japanese Sofbank por la compra de Universal Music Group. «Ellos ven este problema de la piratería como algo que se puede resolver y algo reversible», apuntó una segunda fuente. «Luego están los posibles efectos de ello, tal vez crecimiento de 17 veces o tal vez 25, el tiempo dirá».
Este punto de vista es compartido también por el multimillonario Len Blavatnik que tiene invertidos más de $100 millones en Deezer, además de ser dueño de Warner Music Group.
«Existe una razón para que estar inversiones estén ocurriendo» concluyó una de las fuentes. «Recordemos, estos no son personas tontas».