¿Y tú… A qué tienes miedo?: Creencias limitantes en la música

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El miedo es el peor enemigo de la felicidad.  Sutil y sigiloso siempre está detrás de nosotros asustándonos para no salir de nuestra “zona de confort”.   Se alimenta de creencias limitantes y se legitima en nombre de la madurez, el sentido común o la racionalidad.

Las creencias parten de suposiciones acerca de la vida y de la propia persona que asumimos como ciertas y objetivas. Algunas nos la inculcan en el colegio, en la familia o en el contexto cultural donde vivimos y otras las vamos asumiendo nosotros a lo largo de la vida. Gran parte de nuestras decisiones y acciones estarán determinadas por ellas. Como decía Henry Ford: “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.

Así, las creencias pueden ser potenciadoras  (si crees que “puedes conseguir todo lo que te propongas”) o limitantes (si crees que “la madurez es dejar de soñar”). Aunque existen ambas modalidad, la sociedad tiende a fomentar estas últimas por ser más útiles para mantener el orden establecido.

“No tengo talento”, “seguro que voy a fracasar”, “no se puede vivir del arte”…son algunas de las muchas explicaciones que nos damos a nosotros mismos y al mundo con el fin de justificar nuestras renuncias. 

Si quieres vivir de la música y triunfar en ella (entendido el éxito, como la capacidad de alcanzar la meta que te propongas) será necesario superar las creencias limitantes y sustituirlas por otras potenciadoras.

¿Cómo hacerlo?

Detecta cuáles son aquellos pensamientos que te debilitan en la búsqueda de tus metas (ej: “siempre hay otros artistas mejores que yo”).

Descubre qué te impide hacer/lograr cada una de estas creencias (ej: “me genera inseguridad para presentarme ante un manager”)

Modela. Escoge un par de artistas similares a ti que hayan llegado donde a ti te gustaría. Y responde a la siguiente pregunta: ¿Qué han hecho ellos que yo no he hecho aún?

A partir de ahí intenta copiar sus pasos. Si otros lo han logrado… ¿por qué tú no?

Adquiere creencias potenciadoras. Para ello:

Escribe un listado de aquellos momentos donde hayas sentido el “éxito” (ej: “un concierto en el instituto donde todos te felicitaron”).

Visualízate de la forma más realista posible consiguiendo lo que deseas.

Hazte un calendario con fechas detalladas de las tareas que necesitas hacer para alcanzar tus metas.

Escribe una afirmación que te potencie y repítela hasta interiorizarla. Poco a poco, la deberás de dotar de argumentos que la irán convirtiendo en una creencia potenciadora.

El tema de las creencias es de gran complejidad. Sin embargo, el papel tan esencial que desempeñan en la decisión de apostar por una profesión tan vocacional como la música y en la capacidad para aguantar los altibajos emocionales que la caracterizan, me han llevado  a dedicarle esta pequeña reflexión.

Porque sobre todo, si amas la música, ¡no dejes que tus miedos sean más fuertes que tus sueños!