ASCAP y BMI proponen reforma legal ante el auge del streaming
Actualmente, a pesar de la alta popularidad de los servicios de streaming tales como Spotify y Deezer, las sociedades gestoras de derechos de autor no han llegado a un punto estable en su modelo de negocio en el cual puedan otorgar regalías significativas por streaming a sus autores, compositores y editoriales. El pasado 4 de julio, el compositor de hit songs para artistas tales como Bon Jovi y Aerosmith, Desmond Child, recalcó esta problemática al hacer público su descontento con el modelo legal que rodea los servicios de streaming y el sistema actual de derechos de autor.
Alegando la falta de un acuerdo actualizado y flexible por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) frente al ecosistema de derechos de autor, Child evidenció que aunque las nuevas tecnologías de la información han prácticamente triplicado el alcance y la precisión de las entidades recolectoras de derechos de autor, ASCAP y BMI están en riesgo de perder su lazo comercial con diversas editoriales y los grandes sellos discográficos por la falta de un sistema de derechos de ejecución menos burocratizado y más rentable.
Para incrementar el pago de regalías a sus afiliados y detener la ruptura de lazos comerciales con otras entidades, ASCAP y BMI han unido fuerzas para realizar una solicitud pública al DOJ en la cual incluyen las siguientes peticiones:
- Permitir que los miembros de ASCAP y BMI puedan ceder parcialmente sus derechos a estas entidades, de tal manera las licencias de las obras podrán ser manejadas más efectivamente.
- Incentivar el licenciamiento de obras musicales al permitir que ASCAP y BMI puedan ceder todos los derechos necesarios para negocios y artistas en tan solo una transacción.
- Agilizar el proceso por el cual se solucionan las disputas legales entre las empresas, artistas, autores, editoriales, compositores, BMI y ASCAP.
En el caso de que el DOJ llegase a aprobar las peticiones de ASCAP y BMI, el futuro del sistema de derechos de ejecución se volvería más prospero para la mayoría de entidades y los servicios de streaming, conllevando a un pago más digno para los creadores de obras musicales en todo el mundo.