¿Cómo se calculan las ventas en streaming?
La industria musical actual está llena de incertidumbres. La otrora medida sine qua non para definir el éxito de un artista, las ventas, ya no representan el mismo impacto en el mundo del streaming.
Dentro del complicado funcionar de las plataformas de streaming, sus cálculos y métricas, las compañías discográficas compiten por el domino del mercado, mientras que a las grandes estrellas de hoy les cuesta mucho alcanzar el nivel de ingresos que una vez llegaron a obtener sus predecesores. Envueltos en una nueva terminología específica, estos números parecen inaccesibles para cualquier mortal que no trabaje directamente con métricas en la industria musical, lo que impide a los fans realmente visualizar el éxito de sus artistas favoritos.
En 2016 se definió una nueva metodología para la medición de reproducciones en streaming, en una colaboración entre Billboard y Nielsen, en respuesta directa a la digitalización del mercado.
Este nuevo sistema equiparó 150 reproducciones en streaming de un track individual a una descarga, y al menos 1,500 reproducciones de un track que pertenezca a un album en particular, equivaldrán a una venta del album entero, en cualquier formato.
Desde que el sistema fue creado, Billboard se ha esforzado por refinar el proceso. En Mayo del año pasado, un sistema doble fue implementado para diferenciar entre las reproduciones hechas por cuentas Premium dentro de los servicios de streaming, de las hechas por cuentas gratuitas o en período de prueba.
El Tramo 1 se corresponde con las reproduciones hechas por cuentas Premium, en donde 1,250 reproducciones equivalen a una unidad (album) vendida. El Tramo 2 se corresponde con las cuentas gratuitas, en donde 3,750 reproduciones equivalen a una unidad vendida.
Concebido como un mecanismo para reflejar el empuje global de medir el consumo en streaming tomando en cuenta los ingresos que genera, este sistema está alineado con los parámetros siempre cambiantes de la industria, que actualmente ubican al streaming como el líder en consumo.
Debido a este cambio tan definitivo de dirección, tiene sentido que la RIAA actuara en corcondancia con Billboard y Nielsen para incorporar esta nueva medición de unidades equivalentes a un album para calcular las certificaciones de Disco de Oro y Disco de Platino. «Por más de seis décadas, ya sea en vinilo, CDs, descargas o ahora, reproducciones en streaming, el programa de Disco de Oro y de Platino se ha adaptado para reconocer las nuevas referencias de éxito en un mercado siempre evolucionando. Sabemos que el consumo de música, tanto para albums como canciones individuales, se ha disparado, sin embargo esa tendencia aún no se ve refleada en las certificaciones«. Fue lo que indicó el jefe de la RIAA Cary Sherman en su momento.
Esta nueva formulación optimizada para el streaming, esencialmente ha dado como resultado que el apoyo de los fanáticos y los oyentes casuales sea indistinguible el uno del otro en la práctica. Básicamente, esto significa que si eliges escuchar a un artista del que igual no estás muy seguro, tu reproducción y la de otras 1499 personas que hacen exactamente lo mismo, constituirán la venta de un álbum. Mientras que en días pasados, escuchar una canción que no te gustaba en la radio tendría poco o ningún efecto en sus ventas totales.