Compositores denuncian a superestrellas que exigen parte de los derechos de autor

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Un grupo de compositores en los EEUU han iniciado una campaña que ha ido ganando impulso en internet durante la última semana y que busca evitar que los artistas famosos se apropien de una parte de los derechos de autor de los hits que realmente no han co-escrito.

Los compositores que hablan sobre esta práctica dicen que tales apropiaciones de derechos de autor se han «normalizado» en la industria de la música, pero eso se debe a que «no ha habido una unidad real dentro de la comunidad de compositores para contraatacar».

La campaña afirma que a los compositores a menudo se les dice que un artista de renombre grabe una de sus canciones está condicionado a que le den a ese artista un crédito de co-autoría y una parte de los derechos de autor de la canción. Y a veces también una porción bastante significativa. El argumento es que ser dueño de una pequeña parte de los derechos de una canción que se vuelve un hit es mejor que ser el dueño absoluto de una canción de la que nadie ha oído hablar.

Incluso si este argumento fuese ético, en el contexto del gran debate actual en la comunidad musical, en el que los compositores argumentan que, a diferencia de la industria discográfica, aún no están viendo los beneficios del boom del streaming, parece aún menos ético que un artista exija una parte de la principal fuente de ingresos del compositor.

La campaña tiene como nombre «The Pact» y en su página web indica que: «Este grupo de compositores no dará crédito de derecho de autor o composición a ninguna persona que no haya creado o cambiado la letra o melodía, o contribuido de otra manera a la composición, sin un intercambio razonablemente equivalente/significativo para todos los escritores de la canción».

En una carta abierta, los compositores impulsando la campaña dicen: «En los últimos años, ha habido un número creciente de artistas que exigen una parte de los derechos de autor de canciones que no escribieron. Estos artistas continuarán recaudando ingresos de giras, merchandise, patrocinios y muchas otras fuentes de ingresos, mientras que los compositores solo tienen sus ingresos editoriales como fuente de ingresos. Esta exigencia a menudo puede suceder porque el artista y/o su representante abusan de la influencia, usan tácticas de intimidación y amenazas, y se aprovechan de los escritores que acaban por renunciar a algunos de sus activos en lugar de perder la oportunidad por completo. Con el tiempo, esta práctica se ha ido normalizando; y hasta ahora, no ha habido una unidad real dentro de la comunidad de compositores para luchar. Por eso hemos decidido unirnos, apoyarnos unos a otros, y hacer un cambio».

La carta concluye diciendo que los compositores ya no permitirán ser intimidados para tener que hacer estos sacrificios a cambio de poder trabajar. Los firmantes de la carta incluyen a Amy Allen, Deza, Ross Golan, Scott Harris, Shae Jacobs, Ian Kirkpatrick, Savan Kotecha, Lennon Stella, Joel Little, Billy Mann, Jordan McGraw, Victoria Monét, Tayla Parx, Justin Tranter y Emily Warren.

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