Deezer afirma que recibe 10,000 pistas generadas por IA cada día en su plataforma

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En un panorama musical cada vez más influenciado por la inteligencia artificial (IA), Deezer, el servicio de streaming con sede en Francia, ha asumido un papel proactivo en la regulación del contenido generado artificialmente. El 24 de enero, la empresa anunció el lanzamiento de una nueva herramienta de detección de música creada con IA, tecnología que promete revolucionar la forma en que las plataformas manejan este tipo de contenido.

De acuerdo con Deezer, alrededor de 10,000 pistas completamente generadas por IA se suben a su plataforma diariamente, representando aproximadamente el 10% del contenido que reciben. Este volumen plantea desafíos importantes para la industria musical, desde la calidad de la experiencia del usuario hasta la protección de los derechos de los artistas y compositores.

Un enfoque responsable frente a la IA generativa

Alexis Lanternier, CEO de Deezer, enfatizó que, aunque la IA tiene el potencial de transformar positivamente la música, es crucial utilizarla de manera responsable. En este sentido, la compañía ha decidido excluir las pistas generadas completamente por IA de sus recomendaciones algorítmicas y editoriales.

La herramienta de detección presentada por Deezer se desarrolló para superar las limitaciones de las tecnologías disponibles en el mercado. Según Aurelien Herault, Director de Innovación de la compañía, las herramientas actuales suelen perder eficacia al enfrentarse a modelos de IA nuevos o desconocidos. Sin embargo, la tecnología de Deezer es más robusta y adaptable, capaz de detectar música generada por herramientas populares como Suno y Udio, y con la capacidad de ampliarse a otros modelos en el futuro.

Problemas legales y ética en el uso de IA

El auge de la música generada por IA también ha provocado un aumento en los conflictos legales. Empresas como Suno y Udio, mencionadas como las herramientas más utilizadas, enfrentan demandas por parte de sellos discográficos y organizaciones de derechos de autor por el uso no autorizado de música protegida como datos de entrenamiento para sus modelos.

La sociedad alemana de derechos de autor GEMA, por ejemplo, recientemente demandó a Suno, subrayando la necesidad de un marco regulatorio más sólido en torno al uso de la IA en la música.

Por su parte, Deezer ha sido pionera en medidas destinadas a proteger la calidad del contenido en su plataforma. En 2023, la compañía implementó un modelo de pago centrado en el artista junto con Universal Music Group, diseñado para recompensar a los artistas con grandes audiencias mientras desincentiva la proliferación de pistas de baja calidad o creadas para generar ingresos fraudulentos por regalías. Este modelo ya ha sido adoptado por otros actores importantes de la industria, como Warner Music Group y la organización de licencias Merlin.

La amenaza económica de la IA

Además de los problemas legales y éticos, la música generada por IA plantea un riesgo económico significativo para los creadores. Según un informe de CISAC, la organización mundial de sociedades de autores, la IA podría canibalizar hasta un 24% de los ingresos de los creadores de música para 2028. Esto se traduce en una pérdida acumulada de 22,000 millones de euros en ingresos para creadores de música y contenidos audiovisuales en un período de cinco años.

Gadi Oron, Director General de CISAC, advirtió que ningún desarrollador de IA ha firmado acuerdos de licencia con las 225 organizaciones de gestión colectiva que representa su organización a nivel mundial. Esto subraya la urgencia de establecer normativas claras que protejan a los creadores humanos en un entorno dominado cada vez más por la IA.

La detección y regulación del contenido generado por IA no solo son esenciales para proteger a los artistas, sino también para garantizar una experiencia de calidad para los usuarios. Deezer ha dado un paso significativo al implementar herramientas avanzadas y modelos de pago centrados en el artista, demostrando que es posible encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los derechos creativos.