El confinamiento y los artistas independientes

image

Desde Music Industry nos trasladan la visión de la relación y las consecuencias por la actual situación mundial ocasionada por la pandemia del Covid-19 que ha causado cambios dramáticos en los comportamientos de consumo de música de los usuarios. Una de las presunciones es que gran parte del consumo de música en streaming se realiza(ba) durante el trayecto casa-trabajo-casa, sin embargo este tiempo se está dedicando a otras actividades durante el confinamiento.

Algunos de estos cambios tendrán efectos a largo plazo, mientras que otros solo durarán un poco más luego del confinamiento, pero ahora que muchos artistas están perdiendo entre el 50-70% de sus ingresos con la desaparición del directo, ningún artista puede permitirse no aprovechar las oportunidades únicas que el confinamiento está generando, por más efímeras que pudiesen ser. Además, con los estudios de grabación cerrados, los proyectos y lanzamientos suspendidos, no se está trayendo suficiente música al mercado cuando más se necesita. Esta disrupción en la cadena de suministro de la música no desaparecerá hasta que se levante el confinamiento, y los artistas independientes parecieran estar en una muy buena posición para responder a estos desafíos.

En el 2019 los artistas DIY, es decir aquellos sin sello discográfico, fueron el sector con el crecimiento más acelerado de todo el mercado de música grabada, creciendo un 32.1% para alcanzar $873 millones, y representando un 4.1% del mercado total. Ya este sector estaba experimentando un repunte antes del confinamiento, y ahora existe evidencia de que está prosperando durante el mismo. En Suecia, la distribuidora independiente Amuse tuvo a uno de sus artistas alcanzando 19 posiciones del Top 50 de las listas diarías de Spotify el 11 de Marzo y en general, las subidas de música al servicio por artistas independientes aumentó 300% con respecto al mismo mes del año pasado.

En cuanto a la agenda de lanzamientos, lo que está ocasionando el confinamiento son brechas en los calendarios. A medida que los estudios de grabación y mastering permanezcan cerrados, estas brechas en las agendas de lanzamientos se harán más largas. Ahora mismo las discográficas tienen calendarios llenos con música que fue escrita, grabada y masterizada antes del confinamiento. Mientras más tiempo pase sin actividad, esta reserva se agotará.

Las grandes discográficas trabajan con grandes productores, compositores, músicos e instalaciones de primera línea. Esta ventaja pre-confinamiento resulta ser una desventaja en estos momentos. Por el contrario, para los artistas independientes que están acostumbados a hacer casi todo o todo este trabajo por sí solos, el confinamiento les proporciona una alternativa para adelantarse y publicar música con más consistencia que las grandes discográficas. CD Baby ha reportado que sus artistas han estado lanzando entre 30% y 50% más música desde mediados de Marzo.

El confinamiento también ha ocasionado que los artistas se vayan de vuelta a lo básico y lo más importante: la interacción y relación con sus fans. Con la cancelación global de cualquier tipo de conciertos y eventos con grandes multitudes, el surgimiento del livestreaming como la única opción para mantener esa conexión con los fans. La aplicación Bandsintown tiene datos que muestran que el número de shows via livestreaming continúa creciendo, de menos de 400 al día a finales de marzo a más de 2.000 al día para mediados de Abril.

Con tanta cantidad de livestreaming y cero programación de posts en redes sociales, los artistas han tenido que duplicar su presencia en redes para mantener a los fans informados. Los artistas también se han percatado de que los fans valoran poder ver a sus artistas favoritos sin tanta producción, sin los filtros de instagram, simplemente como personas que también están pasando por esta pandemia. El cerebro humano responde de cierta manera cuando vemos a alguien a quien acostumbramos ver siempre en un entorno profesional, en un entorno que se parece más al nuestro.

Existe una verdadera oportunidad aquí para artistas, tanto grandes como pequeños, para continuar estas nuevas relaciones con sus fans, post confinamiento. Si decidieran no hacerlo, podrían enfrentar reacciones negativas, pero si lo hiciesen, tendrían que reconstruir por entero sus «personalidades» que se basan más en el enigma de «ser una estrella» que en sus cualidades humanas. Significaría una completa reformulación de la naturaleza de la fama y el fandom.