El resurgimiento de los NFTs en la industria musical

Los NFTs han regresado, pero esta vez con un enfoque más pragmático y menos centrado en la especulación. Mientras que hace unos años el mercado de tokens no fungibles estaba impulsado por la fiebre del oro digital, con artistas y celebridades invirtiendo grandes sumas en activos virtuales de dudoso valor a largo plazo, un análisis de Billboard indica que la industria musical ha encontrado una nueva forma de aprovechar esta tecnología.
De la burbuja a la estabilidad
A principios de la década, la fiebre de los NFTs llevó a algunos artistas a generar millones de dólares en ventas, con figuras como Justin Bieber, Snoop Dogg y Madonna invirtiendo en colecciones como el Bored Ape Yacht Club. Sin embargo, el mercado colapsó rápidamente, dejando a muchos inversores con activos que perdieron la mayor parte de su valor. Un ejemplo notable es el Bored Ape de Bieber, que pasó de valer 1.3 millones de dólares a apenas 69,000 dólares en menos de un año.
Pese a este declive, la tecnología subyacente de los NFTs sigue despertando el interés de grandes compañías. Sony es un claro ejemplo de esta evolución, con el lanzamiento de su blockchain Soneium, un ecosistema diseñado para integrar servicios Web3 en la vida cotidiana y ampliar su adopción a un público más amplio.
Sony y su apuesta por los NFTs musicales
Sony ha dado pasos firmes en el mundo Web3. En 2023, su división de tecnología blockchain anunció una alianza con Startale Labs para desarrollar una infraestructura que sirva como la columna vertebral de nuevas aplicaciones descentralizadas. Once meses después, la compañía presentó Soneium, que ya ha comenzado a probar casos de uso en la industria musical.
Dos divisiones de Sony Music, en Francia y Japón, han experimentado con NFTs como herramientas de marketing y fidelización. En Francia, la comunidad Web3 Sunny B. 1991 celebró su segundo aniversario con la distribución de NFTs de edición limitada. En Japón, Sony planea lanzar NFTs exclusivos para los asistentes a un concierto del grupo femenino SANDAL TELEPHONE. Estos ejemplos muestran una nueva visión de los NFTs: en lugar de simples activos especulativos, se utilizan como un medio para conectar a los artistas con sus fans.
Los NFTs como herramienta de conexión con los fans
La industria musical está cada vez más enfocada en los superfans, un nicho que está dispuesto a pagar por experiencias exclusivas y productos personalizados. Según Cherie Hu, de la firma de análisis Water & Music, los NFTs tienen un gran potencial en este contexto porque permiten a los artistas ofrecer membresías y contenido exclusivo que evoluciona con el tiempo.
Los contratos inteligentes, una de las características clave de la tecnología blockchain, permiten programar NFTs de forma que ofrezcan beneficios dinámicos a lo largo del tiempo. Además, al operar en redes descentralizadas, estos activos no dependen de una única plataforma, lo que ofrece una mayor estabilidad y control para los creadores y sus seguidores.
El nuevo paradigma de los NFTs en la música
David Greenstein, CEO de las startups Sound y Vault, destaca que la innovación en el uso de los NFTs ya no está en la venta de activos costosos, sino en la creación de productos accesibles que realmente fortalezcan la relación entre los artistas y sus audiencias. En su empresa Vault, por ejemplo, los fans pueden acceder a contenido exclusivo y crear una billetera digital sin necesidad de conocimientos técnicos sobre blockchain.
Startups como Sing, con sede en Seattle, también están adoptando esta filosofía. Su CEO, Geoff Osler, señala que la compañía evita usar el término NFT en su comunicación porque el objetivo es ofrecer valor tangible a los consumidores, no vender un concepto tecnológico abstracto.
Un futuro más pragmático para los NFTs
El mercado de los NFTs ha cambiado radicalmente desde su auge en 2022. Según DappRadar, el volumen de comercio de estos activos cayó un 19% en 2024, marcando su peor desempeño desde 2020. Mientras que algunas colecciones han logrado mantenerse relevantes, otras, como Kingship de Universal Music Group, han quedado en el olvido.
En contraste con el declive del mercado especulativo, las aplicaciones prácticas de la tecnología blockchain en la música están en crecimiento. Las blockchains más eficientes, como Solana, han facilitado el desarrollo de nuevas aplicaciones, y aunque la especulación sigue presente en sectores como las memecoins, en la industria musical la atención se centra en la utilidad real de los NFTs.
Geoff Osler lo resume bien: «Una vez que la gente acepte los tokens blockchain, veremos aplicaciones realmente innovadoras. Pero por ahora, hay que ofrecer algo concreto: discos, contenido digital coleccionable y experiencias que realmente importen a los fans».
Al parecer, la era de los NFTs en la música no ha terminado, solo ha evolucionado. Ya no se trata de inversiones millonarias en imágenes digitales, sino de crear herramientas que refuercen la relación entre artistas y seguidores, asegurando que la tecnología Web3 sea un complemento y no una distracción en la industria musical.