Entendiendo el fenómeno de los Superfans

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Una nueva tendencia y buzzword ha ido ganando impulso en la industria recientemente: el surgimiento de los Superfans. Luego de una década enfocada únicamente en la búsqueda de crecimiento a escala, este crecimiento se ha desacelerado y la hiper-fragmentación del mercado ha recortado la atención cada vez más: estos seguidores dedicados son participantes activos que no solo apoyan financieramente a sus artistas favoritos, sino que también desempeñan un papel crucial en dar forma a sus carreras e influir en la conversación cultural más amplia.

Entendiendo a los Superfans

Los superfans son más que simples oyentes entusiastas; son un subgrupo distinto dentro de la base de fans de un artista que demuestra un nivel de devoción y compromiso sin igual. Estos son los fans que no solo reproducen la música de un artista, sino que también asisten a conciertos en vivo, compran mercancía y promueven activamente a su artista favorito dentro de sus círculos sociales y comunidades en línea.

Desde un punto de vista financiero, los superfans son una mina de oro para los artistas, ya que contribuyen consistentemente con una cantidad desproporcionada de ingresos en comparación con los fans casuales. Según Spotify, mientras que los superfans representan solo el 2% de los oyentes mensuales de un artista, representan un impresionante 18% de las reproducciones mensuales. Además, el reciente reporte de Luminate revela que los superfans gastan un impresionante 80% más en música por mes que el oyente promedio.

Sin embargo, el compromiso de los Superfans no puede circunscribirse tan solo a las plataformas de streaming, ni tan solo puede medirse en términos financieros. El espacio donde «viven» los Superfans se conoce como «fandom» y este es un fenómeno cuyo combustible es el artista, y son los artistas quienen deben tener el control de su fandom, no las discográficas o las plataformas.

Las soluciones o escenarios donde se da vida al fandom deben permitir a los artistas construir sus propios mundos con un valor único, y el papel de la industria a su alrededor deber ser el de ofrecer herramientas, permitir el acceso, ofrecer recursos, y dejar que el proceso lo lideren el artista y sus Superfans.

Los superfans ejercen una influencia significativa en la trayectoria profesional de un artista. Más allá de sus contribuciones monetarias, desempeñan un papel crucial en la generación de impacto cultural y la ingeniería de la viralidad. Su compromiso apasionado puede elevar la presencia de un artista en los medios, provocar conversaciones sobre su trabajo y propulsar su música hacia un estado viral a través del intercambio orgánico y el contenido generado por los fans.

Anteriormente el éxito de un artista se medía en función de cuántas ventas podía alcanzar, sin embargo cuando la industria evolucionó al ámbito digital, esta definición se volvió mucho más matizada debido a la enorme cantidad de datos asociados a un artista que deben ser considerados ahora.

En general la industria de la música actual utiliza número de reproducciones, número de búsquedas orgánicas de un artista y con qué frecuencia una canción se añade a playlists individuales y bibliotecas personales. Adicionalmente debe considerarse la presencia en redes sociales de un artista, cuya importancia es clave para determinar la posición de un artista.

Por otro lado, los superfans sirven como líderes de opinión que buscan activamente talento emergente, adoptan aspectos de la identidad de un artista como forma de autoexpresión y encuentran un sentido de pertenencia dentro de las comunidades de fans. Esta conexión emocional profunda no solo fortalece su lealtad al artista, sino que también fomenta un sentido de comunidad y camaradería entre individuos con ideas afines.

Identificación y Compromiso con los Superfans

Para los artistas, identificar y comprometerse con los superfans es esencial para construir una base de fans leal y solidaria. Si bien las plataformas de  streaming y las redes sociales proporcionan ideas valiosas sobre el comportamiento de los fans, es crucial establecer canales directos de comunicación donde los artistas puedan cultivar conexiones más profundas con sus seguidores más dedicados.

Según Luminate, los Superfans son 54% más propensos a descubrir nueva música, son los «early adopters» que comparten sus descubrimientos con sus círculos más cercanos. Un 59% de ellos se identifican a tal nivel con sus artistas preferidos que intentan establecer conexiones más profundas, a menudo a través de imitar sus estilos o adoptar sus preferencias políticas, como una forma de formar sus propias identidades. Y un 43% de los Superfans sienten gran orgullo en pertenecer al fandom de sus artistas, mostrando entusiasmo en interactuar con otros Superfans alrededor del mundo.

Sin embargo más allá de intentar monetizar a los Superfans, es más importante enfocarse en crear más Superfans, porque serán audiencias cuya lealtad será imbatible sin importar si el siguiente hit se vuelver viral o no.

El marketing por correo electrónico y las plataformas de suscripción como Patreon ofrecen a los artistas la oportunidad de interactuar directamente con sus superfans, fuera de los límites de los algoritmos y las plataformas de terceros. Al proporcionar contenido exclusivo, comunicación personalizada y oportunidades de interacción, los artistas pueden fomentar un sentido de exclusividad e intimidad que resuena con los superfans a un nivel más profundo.

Mirando hacia el Futuro

El futuro están en el fandom, pero no se trata simplemente de monetizarlo sino de cultivarlo, de crear relaciones significativas entre los artistas y los oyentes, mejorando la experiencia para los fans más devotos, y fomentando caminos hacia el fandom. Hay que cultivar a los artistas y no solo tratar de crear hits. El fandom es personalizado, pero las plataformas actuales están construidad para el consumo masivo. Spotify asomó recientemente una pequeña alusión a la creación de clubes de Superfans en su plataforma, sin embargo estás aspiraciones fueron aplastadas por Apple en una batalla legal dentro del mundo de las apps. Aún así es importante preguntarse cómo funcionarían estos clubes de fans, y qué tanto control tendrían los artistas en su gestión.

Hasta ahora el consumo pasivo y masivo ha sido el norte de la industria en su conjunto, sin embargo estas estructuras ya han dejado tener el resultado deseado por las mismas instituciones que las crearon. Son necesarias nuevas herramientas que pongan al artista en el centro y desarrollen las relaciones entre los artistas y los fans y desarrolen comunidad entre ellos.