El Super Bowl pretende hacer pagar a los artistas por tocar en el medio tiempo

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La semana pasada el Wall Street Journal reportó que por primera vez en la historia, la NFL ha pedido a los artistas que potencialmente podrían presentarse en el show de medio tiempo, que tendrían que pagar por tener esta oportunidad. Según estos reportes, los representantes de la liga de fútbol americano habrían solicitado a los agentes de Rihanna, Coldplay y Katy Perry, si estarían dispuestos a contribuir una porción de las ganancias de sus giras post-Super Bowl, o hacer algún otro tipo de contribución financiera, a cambio de presentarse en el show.

Algunos podrían pensar que es algo lógico de parte de la NFL exigir un pago por permitir a un artista presentarse en una de las plataforma de promoción más poderosas y rentables para la industria de la música. Este año, el medio tiempo del Super Bowl tuvo una audiencia de 115.3 milliones de espectadores,  más que la audiencia total del evento deportivo en sí, que fue de 112 millones, Billboard considera el medio tiempo del Super Bowl como la plataforma de promoción más importante para un artista, Beyoncé y Bruno Mars incrementaron sus ventas luego de presentarse en 2013 y 2014 respectivamente, aparte de haber anunciado sus giras justo luego de la transmisión, de las cuales vendieron más del 90% de boletería.

Super Bowl sales boost

Tradicionalmente, los actos que llegan a presentarse en el Super Bowl son de artistas que ya se encuentran en el tope de sus carreras, y presentarse en esta plataforma es una validación de ese hecho. No se pone en duda el potencial de promoción del Super Bowl, pero tampoco es realista atribuirle todo el éxito de una gira de un artista tan mainstream como Bruno Mars o Beyoncé. Al momento en que este espacio se pone a la venta y el público conocer qué artistas han pagado, se desvirtúa el potencial de promoción y la mística alrededor de los artistas que se presentan allí.

Una plataforma de promoción tan importante es sin duda una oportunidad de gran valor para un artista nuevo, sin embargo el estigma de tener que pagar, puede generar rechazo entre grandes artistas, ya que los haría lucir desesperados. Por ejemplo, si se conociera que Beyoncé ha pagado por cantar en el medio tiempo del Super Bowl, se perdería gran parte de su atractivo, ya que éste se construye desde la premisa de que es una de las artistas mejor pagadas.

Tomando en cuenta que las marcas pagan alrededor de $4 millones por colocar comerciales de 30 segundos durante la transmisión del Super Bowl, no pareciera algo descabellado pensar que los músicos pudiesen pagar por aparecer en un show en el que otros ya pagan millones de dólares, sin embargo, una de las razones por la que los espacios de publicidad son tan caros, es precisamente la popularidad del show de medio tiempo. Pero si los artistas más grandes no están dispuestos a pagar, el show de medio tiempo ya no tendría tanto atractivo y tendrían que bajar los precios de la publicidad.

«Obviamente es un gran boom de publicidad tocar en el Super Bowl», india David T. Viecelli, agente de Arcade Fire, Mumford & Sons y St Vincent. «Pero espero que todos los manden a volar». El manager de John Legend y John Mayer, Troy Carter: «No creo que ningún artista en su sano juicio esté dispuesto a ceder parte de sus ingresos por una gira o parte de sus ventas para tocar en el Super Bowl, si la NFL quiere cobrar a los artistas por presentarse, yo produciría un medio tiempo alternativo en otro canal de televisión. Imagina un show con Lady Gaga, Beyoncé y Rihanna. Estoy seguro que les robaríamos toda la audiencia»

Un escenario muy posible es que grandes marcas estén dispuestas a patrocinar a un artista que quiera aparecer en el Super Bowl, con lo cual se convertiría entonces en la plataforma más potente de branded content musical en la historia. En este caso lo delicado estaría en la curaduría de este contenido a presentarse, ya que puede ser un arma de doble filo tanto para el artista como para la marca. Sin embargo una estrategia bien trazada, sobre todo que parta desde un vínculo verdadero entre los valores de un artista y una marca, con elementos transmedia online y offline, podría resultar ser bastante exitosa.

Queda por verse lo que decidirán los artistas.

Fuente: The Altlantic, Rolling Stone.

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