Estudio afirma que casi el 50% de los estadounidenses pagan suscripciones de audio

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La firma de investigación de mercados Edison Research ha publicado un interesante estudio titulado Share of Ear, acerca del consumo de contenido en formato de audio en los EEUU. Según el reporte, la porción de la población estadounidense que paga por una suscripción de un servicio de audio de algún tipo se ha duplicado desde 2015 y ahora representa casi la mitad de la población del país (47%).

El término «Servicio de audio» en este caso se refiere específicamente a las plataformas de streaming Amazon Music, Apple Music, YouTube Music, Spotify, Pandora, el gigante de radio satelital SiriusXM, iHeartRadio Plus y la plataforma de audiolibros Audible de Amazon.

Este porcentaje de suscripción de audio se ha más que duplicado desde 2015, cuando solo el 23% de los estadounidenses dijeron que se suscribieron a un servicio de audio. Sin embargo, vale la pena mencionar que las cifras, informadas por Edison Research, no son únicamente indicativas de suscripciones, dado que varias personas con frecuencia tienden a compartir cuentas de entretenimiento.

El factor más importante en este crecimiento es casi con seguridad la transferencia de dinero que alguna vez se destinó a la compra de productos de música física como CDs, que ahora se destina a suscripciones de música pagas a Spotify, Apple Music y otros. Casi tan crucial también es SiriusXM, con mucho, el producto de audio de suscripción única más grande de los EEUU, que cada año sigue aumentando su base de usuarios a medida que los autos nuevos salen del concesionario.

Incluso los productos de nicho más pequeños como Audible se suman al crecimiento, y la próxima ola de productos de suscripción de podcast puede tentar a más personas a comenzar a pagar por un producto de audio. Es casi seguro que el número superará al 50% de los estadounidenses que paguen por un producto de audio en los próximos dos años.

El reporte continúa afirmando que el audio se une a la larga lista de productos que alguna vez fueron «gratuitos» que ahora la gente elige pagar, como lo fue primero la televisión por cable y satélite, y luego el streaming.

Incluso al competir con productos «gratuitos», como la televisión nacional, estos productos tiene éxito gracias a su propuesta de valor. Si un usuario realmente deseaba tener MTV, pagaba por cable. Si realmente se desea música on demand sin publicidad o simplemente más opciones o conveniencia, estas suscripciones no resultan tan caras como para inhibir la compra para muchas personas. Y es probable que el increíble crecimiento de Netflix y otros productos de video haya capacitado a los consumidores para que paguen unos pocos dólares al mes por las cosas que les gustan.

Este estudio es otra muestra significativa de la posición de las suscripciones de música dentro un mercado de entretenimiento en formato de audio mucho más amplio, un ecosistema cada vez más complicado que incluye plataformas y creadores de contenido con quienes compite por la atención así como por su bolsillo.