Hasta 4 años de prisión por reventa fraudulenta de entradas en el Reino Unido
En un duro golpe contra la reventa de entradas, cuatro personas han sido condenadas por su participación en una operación fraudulenta que generó £6.5 millones de libras esterlinas. Los acusados, anteriormente asociados con TQ Tickets, fueron sentenciados a penas de prisión que van desde un mes hasta cuatro años por el juez que presidió el caso.
Stuart Camp, manager de Ed Sheeran, expresó su esperanza de que esta sentencia «siente un precedente importante en la industria de la música en vivo». Por su parte, Stuart Galbraith, CEO de Kilimanjaro Live y promotor de Sheeran, calificó la decisión del tribunal como «una buena noticia para los fanáticos de la música en vivo» y un paso crucial para la industria.
La gira de Ed Sheeran por el Reino Unido en 2018 evidenció la magnitud del problema. Gracias a los quioscos «Víctimas de Viagogo» instalados en las taquillas, se pudo ayudar a miles de fanáticos, reimprimiendo 6.300 entradas y recuperando más de £600.000 en reembolsos combinados de Viagogo.
Sin embargo, como bien señala Galbraith, estas medidas solo atienden a las víctimas después del hecho. Las condenas y el mensaje contundente que envían a los revendedores son un paso fundamental para proteger a los fanáticos y prevenir este tipo de estafas.
Modus operandi de la red criminal
Maria Chenery-Woods, su esposo Mark Woods, su hermana Lynda Chenery y el ex esposo de Chenery, Paul Douglas, fueron los responsables de dirigir la operación de reventa. El tribunal expuso una serie de prácticas fraudulentas que les permitieron obtener ganancias ilícitas:
- Eludir restricciones de compra: Utilizaban una red de estudiantes «corruptos» para evadir los límites de compra de entradas en los sitios oficiales.
- Identidades falsas y venta anticipada: Vendían las entradas con sobreprecios usando identidades falsas y, en algunos casos, incluso antes de tenerlas en su poder.
- «Fraude»: Cuando no lograban obtener las entradas vendidas, enviaban sobres vacíos o rotos a los compradores, haciéndoles creer que las entradas se habían perdido en el correo.
Condenas ejemplares y mensaje claro
Chenery-Woods, quien se declaró culpable antes del juicio, recibió la pena más severa: cuatro años de prisión y una inhabilitación de diez años para ser directora de una empresa. Douglas, también culpable, fue condenado a dos años y cinco meses de prisión e inhabilitado para ser director durante seis años.
Woods y Chenery, quienes fueron declarados culpables en el juicio, recibieron sentencias suspendidas de dos años y un mes de prisión, respectivamente. Además, se les impusieron trabajos comunitarios, toques de queda y descalificaciones para cargos directivos.
Los arrestos se produjeron en 2017 tras una investigación de National Trading Standards. Chenery-Woods, conocida como «Ticket Queen», ya había sido señalada como una de las revendedoras más prolíficas del país por The Observer.
El presidente de National Trading Standards, Michael Bichard, calificó la sentencia como «otro hito significativo» en la lucha contra la reventa de entradas online. «Envía un mensaje claro de que los delincuentes que estafan a los fanáticos se exponen a ser procesados», afirmó.
Cabe destacar que el Partido Laborista se ha comprometido a introducir un límite del 10% sobre el valor nominal para las entradas revendidas si gana las próximas elecciones generales. Esta medida busca proteger aún más a los fanáticos de la música en vivo y combatir de manera integral la reventa abusiva.