La APM propone sistemas de regulación para la industria del directo
En días pasados la Asociación de Promotores Musicales (APM) emitió un comunicado tras la deficiente organización de algunos festivales y eventos. En éste enfatizan la importancia de tener una regulación en el sector que garantice la validación profesional de los implicados en la industria. Ante esa solicitud nos hicimos la pregunta cómo ejercer dicha regulación, ya que la mayoría, por no decir todos los que están dirigiendo las grandes promotoras se formaron bajo el ensayo y el error.
En esta ocasión y a manera de respuesta casi directa, la APM expone hoy en su web, lo que parece ser una primera aproximación muy en la línea de la idea inicial propuesta por este medio
La normalización de la industria pasa por la presencia de profesionales acreditados detrás de la organización de eventos. Por ello, se deben fijar criterios que sirvan para validar a los profesionales que organizan festivales, conciertos o giras en España. Ya sea a través de criterios en base a los años de experiencia en el sector u otros acordados entre las distintas partes implicadas.
En este sentido, es necesario definir las distintas categorías profesionales que forman parte, no solo de la música en vivo, sino de cualquier evento cultural. Desde programadores hasta promotores.
A largo plazo, el futuro pasa por la creación de un título acreditativo del profesional del sector, a través de un programa de formación o plan de estudios que fije el protocolo de actuación y garantice la preparación de los profesionales de la cultura. De nuevo, su grado de incidencia debe ser alto, entrando en la formación de administradores de salas, promotores musicales y programadores de otro tipo de espectáculos. En la actualidad existen grados universitarios que marcan el camino a seguir. El siguiente paso debe ser la unificación de criterios y creación de un plan de estudios común.
En este sentido la APM hace un llamado al ministerio de Cultura para abordar esta cuestiones, pues entienden que abogan por la mejor praxis del sector y van en beneficio de todos los entes implicados: la industria, los espectadores y la administración.
