La Música y el Internet de las Cosas
“Por todas partes a donde vamos en el mundo, las cosas con las que nos cruzamos no son inteligentes. Como esta pared que estoy mirando, esta solo separa la habitación del otro lado. En la actualidad, esa pared debería ser inteligente. Pienso que lo siguiente que va a venir es el Internet de las Cosas, los siguientes diez años son una locura. Por eso es que quiero programar”. Will.i.am – Black Eyed Peas
Desde el inicio de la humanidad la manera en la que experimentamos, creamos y distribuimos la música ha sido altamente permeada por los avances tecnológicos que la rodean. Esto se puede evidenciar en eventos como la creación de la imprenta, hacía el año 1440 que permitió la distribución masiva de partituras musicales al publico, y el desarrollo de Internet en el siglo pasado, el cual permitió la creación de los servicios de streaming como Spotify y Deezer. Actualmente, el Internet de las Cosas es el siguiente gran hito, pues aunque no ha alcanzado su máxima expansión tendrá un gran impacto en la sociedad y en la industria de la música.
El termino Internet de las Cosas fue inicialmente acuñado por el científico inglés Kevin Ashton, quien propone que la mayoría de la información en Internet depende de la contribución del ser humano. Debido a lo anterior, para ampliar el horizonte de nuestras capacidades es necesario cambiar de un modelo en el cual la información tiene un origen humano hacía uno en el cual los objetos que nos rodearan pueden aportar información autónomamente al conglomerado de Internet. Para lograr esta trasformación es necesario “etiquetar” digitalmente los objetos y lugares físicos con una dirección IP, de tal manera que puedan ser diferenciados en el mundo digital; y adicionalmente, dotarlos con un sistema de sensores que les permitan transmitir información de su entorno.
Hoy en día tan solo algunos objetos como celulares, computadores, neveras y tablets pueden conectarse y trasmitir información a Internet. A pesar de ello, según algunos analistas se espera que para el 2020 entre 26.000 y 50.000 millones de dispositivos y entornos estén conectados a Internet. Cabe resaltar dentro de éstos instrumentos musicales, audífonos y complejos de entretenimiento tales como salas de concierto y salas de ensayo. Ejemplos de la incorporación de este avance en la industria musical y del entretenimiento se encuentran ya a nuestro alrededor,tal es el caso de las pulseras inteligentes del Tomorrowland que permiten mandar solicitudes de amistad en Facebook, el sintetizador análogo Paradise en el museo del MIT el cual permite que sus perillas sean manipuladas desde una red de usuarios en línea, la guitarra de Levis que sube automáticamente las grabaciones hechas en esta a SoundCloud, o el proyecto Brain Disco el cual ha implementado una dinámica de conciertos de electrónica en Japón en los cuales la permanencia de un artista en escenario se determina con base en un software online que mide la atención media en la música de los asistentes. Este software define la atención de los asistentes a través de un sistema de hebillas que se sitúan en las cabezas de los asistentes y recolectan información de las ondas cerebrales de estos.
El futuro que nos espera y debemos construir es gigantesco ya que desde ahora podremos comenzar a diseñar y crear sistemas de audio que transmitan metadata sin ningún esfuerzo a otros dispositivos acerca de las canciones que están siendo reproducidas; estudios que almacenen automáticamente en la red todas las grabaciones realizadas de manera que ninguna toma se pierda; instrumentos que transmitan un resumen extensivo del performance de los músicos acerca del tiempo que pasaron tocando, el nivel de volumen, la precisión de las notas, el manejo de dinámicas y finalmente permitan a estos compararse con otros instrumentistas y bandas en el mundo; auriculares que informen acerca de la ubicación de los usuarios al momento de escuchar ciertos géneros/canciones; y venues que transmitan información en tiempo real acerca del estado de un evento.
Definitivamente el Internet de las Cosas esta abriendo la gran oportunidad de reinventar nuestra industria de tal manera que cambiemos los paradigmas actuales hacia nuevas formas de monetización que no dependan únicamente de métodos tradicionales. Además, permitiéndonos re-estructurar el sistema general de producción, consumo y distribución de música hacia un mundo digital que no solo interconecte personas si no también objetos en el mundo real.