Los compositores se enfrentan a un duro 2021

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Actualmente, los compositores se encuentran inmersos en una batalla legal con compañías de streaming como Spotify y Amazon, en cuanto los pagos por royalties que reciben en los Estados Unidos. Para el próximo año, esto podría convertirse en una guerra total. Desde Rolling Stone nos la describen

La batalla actual está teniendo lugar porque los servicios de streaming han recurrido legalmente contra un aumento en las royalties mecánicas para los compositores. Estos servicios pagan a los compositores y editoriales una tasa de regalías del 10.5% de sus ingresos anuales en los Estados Unidos y este número «todo incluido» cubre tanto las royalties mecánicas como aquellas por presentación pública. En noviembre de 2018, la Copyrights Royalty Board (CRB) autorizada por el gobierno dijo que, durante cinco años a partir de 2018, esta tasa de «todo incluido» aumentaría en alrededor del 1% anual, hasta alcanzar un 15,1% en 2022.

David Israelite, CEO y presidente de la Asociación Nacional de Editoriales de Música (NMPA), está luchando en nombre las editoriales y compositores contra Spotify, Amazon, etc, luego de que los servicios de streaming introduciesen una apelación formal en contra del aumento de las tarifas. Luego de la presentación de argumentos orales de todas las partes ante el tribunal de apelaciones en Washington D.C., hace tres meses, Israelite dice que normalmente esperaría una decisión final este verano, pero que la pandemia del Covid-19 lo ha ralentizado todo.

El peor escenario para los compositores sería que la corte de apelaciones falle a favor de Spotify y Amazon (las dos partes que según Israelite son los que encabezan la apelación). Una reducción en la tarifa aprobada por la CRB no solo significaría menos dinero para los compositores en el futuro, sino que, debido a que las nuevas tasas se aplicaron retrospectivamente en 2018, podría suceder que las editoriales tengan que reembolsar el efectivo recibido de los servicios digitales en los últimos dos años y medio.

Sin embargo la NMPA pronto tendrá un pez más grande que atrapar. Las tasas de regalías actualmente en disputa fueron el resultado de la tercera audiencia de la CRB sobre este asunto. La cuarta audiencia comenzará el 5 de enero de 2021. Israelite espera otro choque feroz con los servicios de streaming, con consecuencias trascendentales para lo que se pagará a los compositores en el futuro.

La razón por la que esta cuarta audiencia tiene tanto peso para los compositores radica en la aprobación del Music Modernization Act (MMA), la pieza histórica de la legislación estadounidense promulgada en octubre de 2018. El MMA decretó que la próxima vez que la CRB se reúna para establecer las royalties mecánicas para el período 2023-2027, debe usar un estándar de tarifa de «vendedor dispuesto, comprador dispuesto«. En pocas palabras, esto significa que los tres jueces de la CRB deben esforzarse por crear una situación en la que no dicten una tarifa ellos mismos, sino que reflejen lo que sucedería si ellos no existieran, es decir, si las editoriales y los servicios de streaming pudiesen decidir entre ellos mismos.

Obviamente el plan de las editoriales es apuntar increíblemente alto. Como lo dice Israelite, en el mundo de la sincronización, las tarifas de licencia en los EEUU se dividen ampliamente 50/50 entre la editorial (y compositores) y la discográfica (y el artista). Sin embargo, cuando se trata de streaming, la ecuación aplicada a las editoriales es muy diferente: a los compositores/editoriales se les paga entre el 10% y 15% de los ingresos de Spotify (dividido según la cuota de mercado de cada una), mientras que a las principales discográficas se les paga 52% de esos ingresos (dividido también según cuota de mercado).

Básicamente las principales discográficas obtienen actualmente entre cuatro y cinco veces más de lo que se paga a las editoriales en servicios como Spotify en los Estados Unidos. Entonces, ¿la idea de que las editoriales reciban más del 50% de los ingresos de Spotify es realmente un objetivo realista en los próximos años? Naturalmente esto no es posible pero Israelite argumenta que las editoriales y compositores merecen al menos aspirar a la paridad con sus iguales en el lado de la música grabada del negocio. ¿Tiene más valor la grabación que la composición sobre la que se ha basado?

Israelite ha indicado: «No estamos sugiriendo que nuestra compensación tenga que ser reducida de lo que se le paga a las discográficas, esa no es realmente nuestra preocupación. Nuestra preocupación es: ¿estamos obteniendo la compensación correcta para el valor de una composición en este negocio? Hay muchos ejemplos en los que el mercado dice que la composición es tan valiosa como la grabación«.

Las discográficas definitivamente no estarán de acuerdo con la idea de que las editoriales exijan una porción significativamente mayor del pastel de ingresos por streaming, puesto podría significar una reducción en la propia. Esta perspectiva es especialmente interesante teniendo en cuenta que las tres principales editoriales de música del mundo son propiedad de las mismas empresas matrices de las tres mayores compañías discográficas del mundo.

Para Israelite, el debate sobre quién obtiene qué parte del pastel está enraizado en una única y simple inequidad: las discográficas son libres de negociar sus tasas de royalties con los servicios de streamingen los EEUU, mientras que las editoriales están sujetas a la legislación.