OpenAI dice al New York Times que el entrenamiento de IA es «uso justo»

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En el último episodio de la creciente disputa entre la inteligencia artificial y las industrias del contenido, OpenAI ha respondido a la demanda por infracción de derechos de autor presentada por el New York Times (NYT). La empresa de inteligencia artificial insiste en que el entrenamiento de sus modelos con contenido existente es un «uso justo«, pero se muestra dispuesta a ofrecer a los editores la opción de excluirse, opción que el NYT, según afirma OpenAI, tomó en agosto de 2023.

La confrontación legal se centra en las afirmaciones del NYT de que los modelos de OpenAI tienen la tendencia de recitar grandes porciones de sus artículos de manera casi idéntica. OpenAI reconoce este problema como un «error raro» que están trabajando activamente para reducir a cero. Aseguran tener medidas para limitar la memorización inadvertida y prevenir la regurgitación en los resultados de los modelos.

La guerra de declaraciones entre la empresa de inteligencia artificial y el periódico neoyorquino destaca la creciente tensión entre el sector tecnológico y las industrias del contenido sobre las obligaciones de derechos de autor de las empresas de inteligencia artificial. Mientras los propietarios de derechos de autor insisten en que se debe obtener permiso antes de utilizar contenido existente para entrenar modelos generativos de inteligencia artificial, las empresas tecnológicas argumentan que este proceso está respaldado por excepciones en la ley de derechos de autor o, en el contexto estadounidense, el principio de uso justo.

OpenAI sostiene que sus prácticas están respaldadas por precedentes de larga data y son ampliamente aceptadas. En su publicación de blog, argumentan que entrenar modelos de inteligencia artificial con materiales disponibles públicamente en Internet es un uso justo y es fundamental para la competitividad de Estados Unidos.

La empresa también destaca su disposición a colaborar con propietarios de derechos de autor, incluidos los de la industria de noticias. Sin embargo, señalan que las conversaciones con el NYT estaban en marcha hasta que la demanda se presentó a finales de diciembre.

En respuesta a las quejas específicas del NYT sobre la regurgitación de sus artículos, OpenAI afirma que la empresa periodística se negó repetidamente a proporcionar ejemplos, a pesar de su compromiso de abordar cualquier problema. Además, argumentan que las regurgitaciones en su plataforma se relacionan principalmente con artículos ampliamente publicados en sitios web de terceros.

A pesar de estos esfuerzos de OpenAI para argumentar su posición, la empresa enfrenta una creciente resistencia dentro de las industrias de derechos de autor. El conflicto refleja la creciente plantilla utilizada por las empresas de inteligencia artificial en cuestiones de derechos de autor: afirmar el «uso justo», colaborar con propietarios de contenido y, al mismo tiempo, enfocarse en la innovación para el bien de la humanidad. Esta narrativa, sin embargo, puede no ser suficiente para calmar las preocupaciones del NYT y otros críticos, que ven en esta batalla un choque de intereses entre la innovación tecnológica y la protección de los derechos de autor.