«Por cada $1 gastado en música en vivo, se devuelven $3 dólares de beneficio a la comunidad»
La importancia de la música en directo para la industria musical es una realidad y el futuro del sector, así lo revelan importantes estudios. Pero su impacto va más allá del negocio de la música, por su propias características es capaz de generar muchos puestos de trabajo y movilizar ciudades enteras.
Un nuevo estudio nos sirve como base para dictar estas sentencias, de acuerdo a estudio «The Economic and Cultural Value of Live Music in Australia 2014» realizado por la Universidad de Tasmania y presentado por la Live Music Office de Sídney, la música en directo contribuyó con $11.600 millones de dólares (AU$15.7b) a las comunidades australianas durante el 2014.
«Nuestra investigación muestra que por cada dólar gastado en la música en vivo, se devuelven tres dólares de beneficio a la comunidad en general. Esta es una importante y poco reconocida, contribución que incluye dólares fluyen a la economía nacional, así como en la forma en la que experimentar música en vivo enriquece la vida de las personas » comenta así Dr. Dave Carter de la Universidad de Tasmania.
De los $15.700 millones (dólares australianos), el 66% ($10.400 millones) van a beneficios individuales, $3.200 millones a beneficios cívicos y $2.100 millones a beneficios comerciales. Los beneficios comerciales forman parte de los beneficios generados por la música en directo a productores y su impacto neto positivo sobre la productividad en el trabajo reportado por asistentes de música en vivo.
Comida y bebidas son el mayor gasto para los australianos que asisten a un evento de música en vivo, lo que equivale al 29,3% del gasto total. Las entradas están segundo lugar en 19.2%, seguido de los viajes (17,6%) y el alojamiento (12,4%). Asistir conciertos impulsa el bienestar de la comunidad generando 65.000 empleos a tiempo completo o parcial.
De igual forma, se identificó que los fans de la música son capaces de desplazarse distancias significativas para asistir a los conciertos, lo que pone a la música como una ventaja competitiva para determinadas regiones. Esto es algo que en el Reino Unido han entendido muy bien, por lo que trabajan para capitalizar al máximo el turismo musical.