Prince regresa a Warner y genera miedos en la industria

image

princeEn lo que ha sido una importante sorpresa para la industria musical, y también para sus fans, Prince ha anunciado su retorno al sello Warner, con el cual produjo sus éxitos más grandes entre 1978 y 1996 y con quien también tuvo una abrupta ruptura que motivó al cantante a tildarse de «esclavo» e incluso a cambiar su nombre artístico por un símbolo en forma de protesta a la petición de que «no inundase» el mercado con demasiados lanzamientos y, en general, condenase la forma en que trabaja la industria.

Aún más sorprendente ha sido el anuncio de que la compañía ha dado a Prince la propiedad de todos los masters de los albums que ha producido con Warner. Esto no sólo le ha dado a Prince el control que siempre había perseguido sobre su trabajo, sino que también ha sido un acuerdo muy lucrativo. El año pasado el catálogo de Prince vendió unas 286.000 unidades, lo cual le hubiese reportado al artista unos ingresos de $1.7 millones en lugar del estimado de $657.000 que hubiese ganado en royalties.

La negociación estuvo bajo la mirada de artistas, managers y otros sellos en general, ya que aunque algunos ejecutivos han sugerido que las conversaciones se iniciaron en torno al deseo de la compañía de re-editar algunos discos de Prince y contar con la cooperación del artista, el asunto más importante que se discutió fue el relacionado con los masters y la Ley de Copyright de 1976, según la cual un artista puede recuperar el control sobre sus grabaciones luego de 35 años.

Bajo esta Ley -que entró en vigencia en 1978- los derechos de las compañías discográficas sobre las grabaciones editadas a partir de esa fecha, empezaron a expirar en el año 2013, y muchos artistas como Blondie, The Eagles, Billy Joel, The Police, entre otros, han introducido avisos de terminación ante tribunales, lo cual tiene a muchos ejecutivos «temblando de miedo», ya que significaría la pérdida de su más preciado activo, lo que se conoce como «back catalogue», que sigue generando ingresos mucho después de lo que se ha invertido en él.

Sin embargo, con este acuerdo de Prince, se evidencia que en el caso de grandes artistas, las discográficas obviamente prefieren negociar antes que ir a juicio. En este acuerdo en particular, Prince recupera el control y le permite a Warner seguir obteniendo ingresos a través de licencias, mientras que planean lanzar un nuevo disco. A su vez, permite a Prince delegar el trabajo de promoción y distribución en otros mientras se enfoca en lo más importante, su música.

Algunos ejecutivos indican que debido a que los artistas sólo podrían reclamar sus masters en EEUU, las discográficas podrían negociar esto ofreciendo pagar mayores royalties por ventas internacionales, o podrían ofrecer propiedad de los masters en caso de enfrentar una auditoría o demanda en relación a royalties provenientes de ventas digitales.

Fuente: Billboard