Sony crea herramienta de IA que podría reemplazar a los bajistas

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En el ámbito de la producción musical, la fusión de tecnología y creatividad ha dado lugar a innumerables innovaciones. Entre estas, la inteligencia artificial (IA) se erige como una fuerza pionera, empujando constantemente los límites de lo posible. En un desarrollo innovador, los investigadores de Sony Computer Science Laboratories (CSL) han presentado un revolucionario modelo de IA centrado en un solo elemento de la composición musical: el bajo.

Dirigido por Marco Pasini junto a colaboradores como Stefan Lattner y Maarten Grachten, el equipo de CSL ha diseñado un modelo de difusión capaz de generar acompañamientos de bajo realistas y efectivos que se alinean perfectamente con el estilo y tono de piezas musicales existentes.

«En Sony CSL, nos esforzamos por ayudar a músicos y productores musicales proporcionando herramientas impulsadas por IA», comentó Lattner en una entrevista con Tech Xplore. «Sin embargo, hemos observado que el enfoque convencional de las herramientas de IA que generan piezas musicales completas desde cero, a menudo controladas únicamente por entrada de texto, carece de atractivo para los artistas».

Esta observación tiene peso, ya que los artistas dejan de ser artistas si no están activamente involucrados en el proceso creativo. En consecuencia, el equipo buscó idear algo más específico y adaptado.

«Los artistas necesitan herramientas que puedan adaptarse a su estilo único e integrarse sin problemas en cualquier etapa de su proceso de producción musical», argumenta Lattner. «Por lo tanto, una herramienta de música generativa debería ser capaz de analizar y adaptarse a cualquier creación intermedia del artista al proponer nuevos sonidos».

El nuevo modelo del equipo está diseñado para generar líneas de bajo que complementen el material existente. «Nuestro sistema puede procesar cualquier tipo de mezcla musical que contenga una o más fuentes, como voces, guitarra, etc.,» explica Lattner.

Prometiendo la capacidad de crear líneas de bajo de cualquier longitud, los usuarios mantienen el control sobre el timbre y el estilo de interpretación al proporcionar un archivo de audio de referencia. En las pruebas, los investigadores afirman que el modelo hábilmente suministra líneas de bajo para mezclas de canciones «arbitrarias». Además, planean ampliar sus esfuerzos construyendo modelos similares para generar partes de batería, melodías de piano, riffs de guitarra, arreglos de cuerdas y efectos de sonido.

«En un sentido más amplio, tenemos la intención de colaborar directamente con artistas y compositores para refinar y validar aún más estas herramientas de acompañamiento de IA, sirviendo mejor así a sus necesidades creativas», afirma el equipo.

La presentación de este modelo de acompañamiento de bajo con IA no solo representa un gran avance en la tecnología de producción musical, sino que también insinúa un futuro en el que la IA se integre sin problemas en el proceso creativo, potenciando las capacidades de los artistas en lugar de opacarlas.

Sin embargo también implica la cuestión de la colaboración y creación en conjunto con músicos; si para un compositor es posible crear arreglos y partes de canciones con inteligencia artificial, ¿elimina esto la necesidad de contratar músicos de sesión en el estudio?

Como ya es usual estas nuevas tecnologías tienen el potencial de ser utilizadas para mejorar las creaciones, y al mismo tiempo ahorrar costos de producción. Una herramienta de este tipo en las manos de una discográfica multinacional como Sony presenta interrogantes de este tipo que son difíciles de pasar por alto.