Sony y Spotify en la mira por posibles malas prácticas

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El pasado 15 de junio, 19 artistas salidos de American Idol han solicitado permiso para añadir un nuevo cargo a una demanda contra Sony Music, en la cual se alega que la compañía ha negociado un acuerdo con Spotify que perjudica a artistas de la talla de Kelly Clarkson y Carrie Underwood.

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El grupo de artistas, denominado 19 Recordings, es representado por Richard Busch, el mismo abogado que ganó el caso contra Robin Thicke por Blurred Lines.

La demanda afirma que el acuerdo firmado entre Sony y Spotify atenta contra la buena fe y trato justo, ya que la negociación implicaba la participación de Sony como accionista de la compañía de streaming (Sony tiene el 5%) más el recibimiento de pagos por publicidad, a cambio de que la discográfica no exigiese el pago de regalías al precio del mercado por la música de sus artistas. Esto básicamente significaría que la compañía estaría recibiendo dinero generado por el uso de las obras musicales, pero que no necesariamente tendría que pagarlo a los titulares de los derechos.

«Cada uno de los grandes sellos discográficos también poseen acciones en Spotify«, afirma la demanda enmendada. «Basados en información y en creencia, estos otros sellos también habrían incurrido en el mismo tipo de acuerdo que ha firmado Sony, con relación al desvío de pagos directamente a ellos y el pago de regalías por debajo del precio del mercado a los artistas. Tanto juntos como separados, Sony y los otros sellos tienen un poder significativo para ejercer control sobre Spotify con el objetivo de no solo dictaminar cómo se pagarán los ingresos, sino también de desviar dinero de royalties  que de otra forma deberían ser compartidos con los artistas«.

Tener acciones en Spotify es una movida inteligente por parte de los sellos, pero si el dinero de una posible salida pública no se decanta hasta llegar a los artistas, ¿se considera legal?. La demanda estipula que Sony tiene motivos para hacer que Spotify sea una compañía más valiosa al permitir un pago de royalties más bajo. Al hacer esto, la posición de Sony es más fuerte como compañía, pero a su vez no estaría obligada a compartir un potencial y muy jugoso pago con los artistas, en el momento en que Spotify salga a la bolsa.

19 Recordings, fundada por el creador de American Idol, Simon Fuller y controlada por Core Media Group, originalmente introdujo una demanda en Febrero 2014, y entre las quejas se incluía el hecho de que el streaming era considerado una «venta» o «distribución» en lugar de ser considerados «transmisiones». La clasificación posterior requiere una distribución equitativa de los ingresos entre el sello y el artista. Considerar al streaming como una «venta» le permite a Sony pagar una cantidad sustancialmente menor a los artistas por cada reproducción.

Esta noticia viene luego de que se filtrara una copia del contrato entre Sony y Spotify, en la cual se dejaba en claro que Sony recibió un alto pago por adelantado, espacios de publicidad sin costo y una tasa de royalties garantizada en $0.00225 por reproducciones en su versión gratis. (Spotify asegura que sus pagos por cada reproducción está entre $0.006 y $0.0084). Sony emitió luego un comunicado indicando que la compañía «comparte con sus artistas todo ingreso no adjudicado proveniente de pagos por adelantado, pagos no recuperables y garantías mínimas de ingresos», aunque no hizo mención de los ingresos por publicidad ni tampoco del dinero que recibiría en caso de que pusiera a la venta su participación como accionista en Spotify.

El acuerdo de streaming que ha firmado Sony es considerado «un modelo de negocio ilegítimo» en la demanda, que busca más de $20 millones en daños compensatorios, el costo de auditorias, intereses y más.

Esta nueva queja representa el primer caso que desvelará si en realidad la industria discográfica tradicional y la vanguardia de la industria tecnológica tienen de hecho un pacto para hacer dinero a expensas de los artistas y creadores.

Fuente: Billboard