Spotify podría adentrarse en el mercado de los audiolibros
Spotify está en la búsqueda de un Jefe de Audiolibros para su división Spotify Studios, con sede en Nueva York o Los Ángeles, según reporta Music Ally.
Según la descripción del puesto, la persona «será responsable de la supervisión creativa, la estrategia de contenido, la edición y programación, y la ejecución de nuestra estrategia de audiolibros«, explica el anuncio, que fue detectado y tuiteado por la directora de estrategia independiente Katya Kotlyar.
«Esta es una oportunidad para imaginar nuevas posibilidades de lo que pueden ser los audiolibros«. Quien obtenga el trabajo desarrollará «la estrategia de libros para Spotify, incluido el desarrollo de contenido original y la concesión de licencias de audiolibros de editores asociados«.
Recientemente Spotify lanzó una lectura gratuita de audiolibros de Harry Potter y la Piedra Filosofal a cargo de las principales estrellas del mundo mágico, incluido el mismo Harry Potter, Daniel Radcliffe. Parece que el éxito de esta iniciativa ha inclinado a Spotify hacia su próxima aventura después de adentrarse con éxito en los podcasts.
Spotify ya alberga muchos audiolibros en su plataforma, aunque este anuncio de empleo sugiere que sus ambiciones se extienden mucho más allá de su oferta actual, que no es muy amplia para empezar. La selección, que incluye muchas novelas de dominio público cuyos capítulos se distribuyen como tracks individuales, está disponible de forma gratuita y la página de audiolibros de Spotify cuenta con 11,400 oyentes mensuales.
No es una movida que sorprende, pues un informe de Nielsen publicado en diciembre de 2019 reveló que el contenido de audio no musical ha aumentado un 20% desde 2014. En consecuencia, la diversificación de Spotify en podcasts es solo el primer paso de un enfoque múltiple. Ahora, Spotify quiere rivalizar con Audible, que es propiedad de Amazon, y su contenido original.
Spotify claramente quiere ser más que un simple proveedor de música y estos esfuerzos podrían eventualmente hacer que sus ingresos por suscripciones sean suficientes para generar ganancias sin perjudicar lo que debe pagar a las discográficas y editoriales por su contenido musical.
